Cinco aventureros senior han desafiado los límites de la edad en la imponente Cordillera Blanca de Perú, en una expedición patrocinada por las residencias de ancianos Ballesol.
Para Pilar, José Antonio, Pepe, Leticia y Álvaro, la longevidad es un camino que se afronta con determinación y pasión por la vida. Más que una cifra, lo que define a estos deportistas mayores de 65 años son sus valores: resiliencia, compañerismo y una motivación inquebrantable.
Con esta mentalidad, se propusieron conquistar la cumbre del monte Vallunaraju (5.686 m), recorrer en bicicleta el Portachuelo de Llanganuco y descender hasta Vaquería, demostrando que el envejecimiento puede ser una etapa de plenitud y superación.
Durante la presentación del documental de la primera edición de Desafío Santalucía Seniors, Andrés Romero, Consejero Director General de Santalucía, resaltó: “El esfuerzo, la ilusión y la vitalidad no tienen caducidad. Con el Desafío Santalucía Seniors queremos demostrar que la edad no define nuestros límites. La voluntad es el mayor motor de avance y progreso.”
Inspiración y nuevos retos
El espíritu del desafío no solo ha dejado huella en quienes lo protagonizaron, sino también en residentes de Ballesol como Pilar, Amparo y Carmen, quienes, desde su hogar, encuentran en estos aventureros una fuente de inspiración.
“Es admirable lo que han logrado. Representan el paradigma del envejecimiento activo”, afirman con entusiasmo.
El próximo desafío: rumbo al Ártico
Tras el éxito de la expedición en Perú, el próximo reto llevará a los seleccionados hasta Svalbard, en el Círculo Polar Ártico, a solo 10 grados del Polo Norte geográfico. Allí, deberán adaptarse a temperaturas extremas y enfrentarse a exigentes pruebas de vela, kayak y trekking.
¿Por qué asumir este reto? “Porque una vida activa y plena es posible a cualquier edad”.
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