Cada año, el 12 de agosto, se celebra el Día Internacional de la Juventud, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999.
Este día no solo nos brinda la oportunidad de reconocer las contribuciones de los jóvenes a la sociedad, sino también de reflexionar sobre los desafíos y obstáculos que enfrentan. Este año, bajo el lema “Transformando la educación”, exploramos cómo la educación puede empoderar a los jóvenes y prepararles para liderar un futuro más justo y sostenible.
¿Qué significa «ser joven»?
Se refiere a una etapa de la vida que abarca desde la adolescencia hasta el inicio de la adultez. Aunque la edad exacta puede variar según contextos y culturas, generalmente se considera que la juventud cuenta con más de 1.200 millones de jóvenes entre 15 y 24 años en el mundo, constituyen una cuarta parte de la población mundial. Su energía, creatividad e innovación son esenciales para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la desigualdad y los conflictos sociales.
La juventud es un período crucial de crecimiento y desarrollo físico, mental, emocional y social
A pesar de los avances, muchos jóvenes siguen enfrentando barreras significativas para acceder a una educación de calidad. Según la UNESCO, alrededor de 258 millones de niños y jóvenes no asisten a la escuela, y muchos de los que sí asisten no adquieren las competencias básicas necesarias.
Sin embargo, también existen historias inspiradoras de jóvenes que, a pesar de las adversidades, han logrado superar estos desafíos. Organizaciones juveniles en todo el mundo están liderando iniciativas innovadoras.
¿Qué tienen en común la juventud y la vejez?
La juventud y la vejez, aunque situadas en extremos opuestos del ciclo vital, comparten varias características y aspectos en común que pueden ser sorprendentes al considerar la aparente distancia entre estas dos etapas
- Tanto en la juventud como en la vejez, los individuos experimentan cambios significativos en su cuerpo y mente. Los adolescentes atraviesan la pubertad y los ancianos enfrentan cambios asociados con el envejecimiento.
- Ambas etapas requieren adaptarse a nuevas condiciones de vida y enfrentar desafíos únicos, ya sea ingresar al mundo adulto o ajustarse a la jubilación y las posibles limitaciones físicas.
- Tanto los jóvenes como los ancianos pueden experimentar grados de dependencia. Los jóvenes, especialmente los niños y adolescentes, dependen de sus padres o tutores, mientras que los ancianos pueden necesitar apoyo de familiares o servicios de cuidado.
- Ambos grupos pueden necesitar apoyo emocional, social y financiero. Los jóvenes pueden requerir orientación y los ancianos, asistencia para mantener su calidad de vida.
- Los jóvenes buscan definir quiénes son y cuál será su rol en la sociedad, mientras que los ancianos pueden reflexionar sobre su legado y el significado de sus vidas.
- Los jóvenes pasan de ser dependientes a independientes, mientras que los ancianos pueden pasar de ser trabajadores activos a jubilados.
- Las relaciones con la familia, amigos y la comunidad son cruciales en ambas etapas. La socialización juega un papel importante en el bienestar emocional tanto de los jóvenes como de los ancianos.
- Tanto los jóvenes como los ancianos pueden experimentar aislamiento social y soledad, lo que subraya la necesidad de un apoyo social.
Por ejemplo, en Ballesol se hacen reencuentros de jóvenes y personas mayores han compartido sus experiencias con las jornadas de actividades que realizan en la residencia y en el instituto. https://ballesol.es/distintas-generaciones-mas-unidas-que-nunca
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