El 5 de noviembre se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre Tsunamis, una fecha instaurada por las Naciones Unidas para sensibilizar al mundo sobre los riesgos de estos fenómenos naturales y promover medidas para mitigar su impacto.
Los tsunamis son olas gigantes que se generan debido a terremotos submarinos, erupciones volcánicas o deslizamientos de tierra en el océano. A lo largo de la historia, han causado destrucción masiva y pérdidas de vidas.
En este día, recordamos algunos de los tsunamis más devastadores de la historia, que nos enseñan la importancia de la preparación y la prevención.
El Tsunami del Océano Índico (2004)
El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,1 frente a la costa de Sumatra, Indonesia, provocó uno de los tsunamis más mortales jamás registrados.
Con olas que alcanzaron hasta 30 metros de altura, el tsunami arrasó las costas de 14 países, desde Indonesia hasta Somalia, en África.
Este desastre causó la muerte de más de 230.000 personas, con millones de afectados en países como Tailandia, Sri Lanka, India y Maldivas. La velocidad y magnitud de las olas hicieron que muchas comunidades no tuvieran tiempo para evacuar, lo que subraya la necesidad de sistemas de alerta temprana y planes de evacuación.
El Gran Terremoto de Japón y Tsunami (2011)
El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9,0 sacudió la costa noreste de Japón, generando un tsunami devastador. Las olas alcanzaron hasta 40 metros y avanzaron rápidamente tierra adentro, destruyendo todo a su paso.
Este evento no solo causó la muerte de más de 15.000 personas.
Sino que también desencadenó el desastre nuclear de Fukushima, cuando la planta nuclear sufrió daños graves debido a la inundación.
Japón, uno de los países mejor preparados para enfrentar desastres naturales, reforzó aún más sus medidas de seguridad y evacuación tras este suceso.
El Tsunami de Lisboa (1755)
El 1 de noviembre de 1755, un poderoso terremoto de magnitud estimada de 8,5 a 9,0 sacudió la ciudad de Lisboa, Portugal, generando un tsunami que afectó las costas de Portugal, España y el norte de África.
Las olas, de hasta 20 metros de altura, destruyeron puertos y ciudades costeras, causando la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas.
Este evento devastador es recordado como uno de los peores desastres naturales de Europa y llevó a un cambio en la forma en que se gestionaban las emergencias y desastres en la región.
La importancia de la preparación
El Día Mundial de Concienciación sobre Tsunamis nos recuerda la imprevisibilidad de la naturaleza y la necesidad de estar preparados. Hoy en día, los sistemas de alerta temprana, la educación sobre evacuaciones y la cooperación internacional son esenciales para salvar vidas ante futuras amenazas.