Los residentes de Ballesol Latina han cumplido un sueño. Un día decidieron poner el arte al servicio de los más necesitados, y en los talleres de manualidades pintaron con acuarela abanicos para poder venderlos en los mercadillos solidarios.
Un ejemplo de creatividad, bienestar y arte que han compartido con una misma filosofía que repiten cada vez que abren el corazón para hacer algo por una causa solidaria: “Lo importante no es ganar, sino haber participado poniéndole tantas ganas como hemos hecho”, dicen los orgullosos residentes que ya piensan en seguir ayudando a los más necesitados. Un ejemplo, sin duda.