Si hay algo que se agradece cuando llegan los Carnavales es que la temática para disfrazarse sea libre. Así pensaban los residentes adelantando lo que habían preparado junto a la terapeuta ocupacional y la animadora sociocultural. “¡Este año nos vamos al Polo Norte¡¡”, rieron los participantes cuando les dijeron en qué consistiría el Carnaval. Y manos a la obra fueron vistiéndose de pingüinos. El resultado fue un espectacular desfile sobre una alfombra roja y al ritmo de los aplausos y flashes de todos los invitados, entre los que estuvieron muchos familiares.
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