¿Cómo hacer más fácil la transición a una residencia en septiembre?

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residencia en septiembre

Con el final del verano, muchas familias se plantean cambios importantes en su día a día. Uno de los más significativos es el inicio de la vida en una residencia para personas mayores, un paso que puede generar dudas, miedos e incluso resistencia tanto en mayores como en sus seres queridos. Sin embargo,la transición a una residencia en septiembre puede ser una ideal para iniciar esta etapa con una actitud positiva, gracias al clima más templado y la vuelta a la rutina.

A continuación, se ofrecen consejos clave para una transición saludable, emocional y práctica, a la vida residencial, especialmente pensados para quienes comienzan esta etapa en otoño.

¿Cómo adaptarse mejor a vivir en una residencia de ancianos?

El primer paso es entender que el cambio no tiene por qué ser brusco. Lo recomendable es una adaptación progresiva, en la que la persona mayor participe activamente en el proceso. Visitar previamente el centro, conocer al personal y participar en alguna actividad grupal antes del ingreso definitivo puede marcar la diferencia.

También es fundamental mantener rutinas conocidas, como horarios de comida o hábitos de lectura, e incorporar poco a poco los nuevos espacios y actividades del centro.

¿Qué beneficios tiene comenzar en una residencia de mayores?

Tras las vacaciones, el mes de septiembre supone una vuelta a la normalidad en muchas residencias de mayores, con la reanudación de actividades culturales, terapias y talleres. Esto favorece una mayor integración desde el principio, ya que el nuevo residente entra en un entorno dinámico y estructurado.

Además, el descenso de las temperaturas ayuda a un mayor confort físico, facilitando las salidas al jardín, los paseos y la interacción con otros residentes.

El papel de la familia: acompañar sin sobreproteger

El acompañamiento familiar durante las primeras semanas es clave, pero debe darse espacio para que la persona mayor construya nuevos vínculos dentro del centro. Visitas frecuentes, llamadas o videollamadas programadas pueden ayudar a reforzar la seguridad emocional sin interferir en la autonomía.

Una buena comunicación con el equipo profesional de la residencia también es fundamental. En cada residencia de ancianos de Ballesol, los residente tiene un plan de atención individualizado y un equipo interdisciplinar que acompaña su adaptación desde el primer día.

“Iniciar una nueva etapa en una residencia no es un adiós, sino un nuevo capítulo lleno de oportunidades para seguir creciendo, aprendiendo y disfrutando”.

¿Cómo saber si una residencia es la adecuada?

Buscar un centro que garantice cuidados personalizados, instalaciones accesibles y un trato humano es esencial. Además, es importante informarse sobre las terapias disponibles, las actividades socioculturales y la filosofía del centro.

En este sentido, Ballesol destaca por ofrecer una atención integral y de calidad, que incluye:

Recomendaciones oficiales para un envejecimiento activo

Según el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), una transición positiva hacia la vida en una residencia se basa en tres pilares:

  • Participación activa en la toma de decisiones.
  • Promoción de la autonomía personal.
  • Entornos seguros, accesibles y estimulantes.

Estas directrices están alineadas con el modelo de atención centrada en la persona que se aplica en Ballesol, donde se prioriza el bienestar físico y emocional en todo momento.

Ballesol –residencia geriátrica y apartamentos tutelados para mayores Suites Senior– con más de 40 años de experiencia en el cuidado de adultos mayores, gestiona más de 50 residencias en España y se dedica exclusivamente a proporcionar servicios residenciales y asistenciales de la más alta calidad.

¿Te gustaría formar parte de una residencia ancianos Ballesol? Estaremos encantados de atenderte