«Soy de las personas que cree que cuando en un proyecto se pone amor y por supuesto esfuerzo, suele salir bien»
Los grandes momentos de la vida se producen cuando a la ilusión se le pone interés y coraje, perdiendo el miedo al fracaso. Yo aseguraría que la felicidad por lo general es una bendición pero estoy convencida de que casi siempre es una conquista.
Si queremos que nuestros sueños se conviertan en realidad tenemos que tener las ideas muy claras de lo que queremos y ponernos en marcha. Sólo esperando el “maná” seguramente no se consiguen.
Empecé a pensar en el himno para BALLESOL gracias a los residentes que me preguntaban: “Lolita, ¿qué pasa con el himno?”. Y eso me motivó. En principio me pareció una locura, pero decidí que entre poder hacer felices a muchísimas personas o fracasar en el intento, no tuve ninguna duda. Y pensé en positivo que me compensaba la idea. Puse ganas e ilusión y lo antepuse a la sensación del ridículo. Me di cuenta que la locura sería no intentarlo y lo intenté. Tengo que reconocer que soy una persona muy afortunada, ya que tengo muy buenos amigos que se ilusionaron con la idea y me dieron ánimos, así como un marido que siempre me apoya y que le divierte mi actitud. En ese momento convertimos nuestros miedos en lo mejor de nosotros mismos, quitándonos por supuesto el sentido del ridículo y procuramos que llegue a buen término aquello que soñamos algún día.
En BALLESOL querían el Himno y verlos tan felices con tan poco esfuerzo, te hace pensar, que a lo largo de nuestra vida damos muy poco para lo mucho que recibimos. No tuve miedo al fracaso.
Decía Victor Hugo:
El futuro tiene muchos nombres.
Para los débiles es lo inalcanzable.
Para los temerosos, lo desconocido.
Para los valientes, la oportunidad.
Soy de las personas que cree que cuando en un proyecto se pone amor y esfuerzo, suele salir bien.
El crecimiento como persona es hijo del deseo y de los sueños, en este caso se multiplica por dos porque Santiago
tenía tanta ilusión como yo y me animó muchísimo. Ademas Julián Núñez Olias que es el compositor del Himno y su mujer Emilia, se ilusionaron tanto que esto trae un valor añadido. Ha sido un proceso maravilloso que nunca olvidaré, mil gracias Julián de todo BALLESOL y nuestra más sincera enhorabuena, por poner tanta ilusión en algo que ha hecho felices a tantas personas. Siempre he dicho que el mayor regalo que te puede dar la vida es tener buenos amigos. Gracias de nuevo por todo a ti y a Emilia, pero ten en cuenta que lo próximo que compongas será diferente, porque durante el acto de la entrega del talón para la Fundación Aladina yo te vi tan feliz, que es una pena que no se puedan expresar los sentimientos en las fotos.
Enhorabuena a la Orquesta de Pulso y Púa y por supuesto a ese coro tan maravilloso que interpretó el Himno como nadie lo hubiese hecho.
Me gustaría darle las gracias a Paco Arango por su asistencia, mi más sincera enhorabuena a él y a todo su equipo por esa labor tan maravillosa que estáis haciendo con la Fundación Aladina. Nos produce mucha felicidad colaborar con vosotros. Me emocionó Héctor por su actitud y mi nieta Lucía cuando le entregó el regalo. Los niños son maravillosos. ¡Ojalá, tuviésemos la inteligencia suficiente para no perder esa naturalidad! Gracias a Eva, la madre de Héctor, por su testimonio y su cariño. Y por supuesto a Mariluz Barreiros que con su generosidad y saber hacer puso la guinda a la tarta consiguiendo dos cosas importantes: La felicidad de Héctor con esa raqueta de Nadal y colaborar con la Fundación Aladina, gracias Mariluz, me siento orgullosa de ser tu amiga.
A lo largo de nuestra vida en lugar de muros hemos de construir puentes, que nos lleven al otro lado para potenciar la amistad.
Gracias a todos los residentes, deciros que sin vuestro esfuerzo no existiría esta fiesta, que seguiremos celebrando todos los años. A todos los terapeutas con Luis a la cabeza y por supuesto a todo el equipo humano de BALLESOL.
A todos mis amigos muchas gracias por acompañarnos.
Hasta siempre. Os deseo a todos lo mejor. Con cariño