La Horticultura es la ciencia y el arte de cultivar frutas, vegetales, flores y plantas ornamentales.
Los centros Ballesol de Salamanca y Patacona han querido compartir con los lectores de la revista cómo disfrutan de sus huertos.
Abuelo, ¡quiero tener un huerto! ¿por dónde empiezo? Una mesa de cultivo, sustrato, un plan de cultivo y algunas herramientas son suficientes para poner en marcha nuestro huerto. ¿Qué es un plan de cultivo? El plan de cultivo responde a las preguntas: ¿Cuáles son las hortalizas que crecen mejor en la zona?, ¿Cuál es la época de siembra y de cosecha de cada una?, ¿Cuánto se quiere producir de cada hortaliza?, ¿qué condiciones necesita cada especie?. Todo esto supone un conocimiento que no todo el mundo posee y que requiere de mucha observación de la naturaleza para conseguir los mejores resultados, yo te seguiré enseñando.
Cada especie cultivada brota como si de un milagro se tratase, primero plantar los plantones, después aportarles el agua y los nutrientes que precisan, vigilar que reciben el sol y la temperatura que necesitan, protegerlos de las plagas y las enfermedades y controlar el crecimiento de las malas hierbas… ¿qué te parece, pequeño? No sé, ¿tú crees que seré capaz de conseguirlo? Por supuesto, este huerto lo haremos entre los dos y lo disfrutaremos juntos.
En Ballesol Salamanca a los residentes se unen sus nietos y los compañeros de Insolamis que también comparten esta actividad y sus deliciosos resultados. En Ballesol Patacona en este trabajo diario se involucran los residentes, algunos de los cuales han tenido huerto propio, y son ya avezados en la materia.
¿Sabes una cosa?, la misma ilusión que te hace a ti que cultivemos tomates y después nos los comamos juntos, se la ha hecho a generaciones y generaciones de nietos y abuelos, entre ellos a un gran poeta chileno llamado Pablo Neruda, que escribió incluso una Oda al Tomate ¿quieres que te la lea?
Oda al tomate
… el tomate,
astro de tierra,
estrella
repetida
y fecunda,
nos muestra
sus circunvoluciones,
sus canales,
la insigne plenitud
y la abundancia
sin hueso,
sin coraza,
sin escamas ni espinas,
nos entrega
el regalo
de su color fogoso
y la totalidad de su frescura.
Pablo Neruda