HOY HE VUELTO A PASAR POR AQUEL CAMINO VERDE…

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De joven asombraba por su desparpajo. Esa alma de artista que se mantiene inalterable a los 103 años siempre la ha acompañado. Desde muy pequeña ya cantaba…- subida a una banqueta como improvisado escenario o mientras cosía junto a sus hermanas en el patio de su casa en Boquiñeni (Zaragoza).

Dª. Milagros Pérez ha sentido el arte desde niña. Su padre tocaba varios instrumentos y su madre era una enamorada de los conciertos corales de la iglesia en los que participaba su hija. “Mila” creció muy rápido, se casó pronto, tuvo tres hijos y cuando enviudó dedicó su vida a que nada les faltase. Había que trabajar mucho pero siempre con la dedicación y la sonrisa que le habían inculcado sus padres. Tampoco se olvidó de la música y de afinar esa voz en el Orfeón Aragonés, de la que es una de las fundadoras y en la que estuvo veintidós años. Motivo por el que la homenajearon, por todo lo alto, con una actuación especial en Ballesol Puerta del Carmen el día de su centenario.

Ha pasado el tiempo, pero en ella hay costumbres que no han cambiado. Su vida ahora es más plácida, recompensa por todo lo trabajado. Llegó al centro residencial Ballesol Puerta del Carmen hace siete años. “Un ejemplo de envejecimiento activo y saludable”, adelantaba el equipo de profesionales de este centro residencial al poco de llegar. Y no les faltaba razón, porque lo que ella no sabía es que su sueño de seguir cantando se haría más real de la mano de Ballesol, participando en diferentes concursos y activades. Mientras hablamos con ella una residente de Ballesol Puerta del Carmen, que la felicita por la repercusión que ha tenido en los medios.

Su alma de artista que se mantiene inalterable a los 103 años siempre la ha acompañado
Su alma de artista que se mantiene inalterable a los 103 años siempre la ha acompañado

“Otro reportaje en el periódico y en la televisión, ¿qué hemos ganado esta vez?” pregunta con una carcajada mezclada entre la emoción y los nervios. Por si alguien se había olvidado, Dª. Milagros tiene 103 años, pero una voz que no pasa de los 50 y perfecta para recordar su último premio. “Fue el pasado once de Junio en el concurso de cuplés, coplas y pasodobles de la casa Amparo”, asegura con detalle.

La sala Mozart del Auditorio de Zaragoza se llenó para acompañar un homenaje muy especial. Cinco músicos esperaron en el escenario a Dª. Milagros, que agasajada con ramos de flores, cerró los ojos un instante para abrirlos con esa voz aterciopelada… “Hoy he vuelto a pasar por aquel camino verde que por el valle se pierde…” Tres minutos después el público despidió a la artista entre aplausos y fotos con el deseo de volver a disfrutar de ella el año próximo. Algo que viéndola cada día en Ballesol Puerta del Carmen, será posible.

Aquí se acerca a todos con una sonrisa y un inconfundible moño que ha marcado su niñez y que ahora agarra con horquillas y mucha gracia. A los años no le da importancia, ni tampoco a su popularidad. “Me preguntan que cómo envejecer tan bien”, pero siempre responde lo mismo. “No hago nada especial, o eso creo yo”, se despide con esa tierna mirada que se posa en una rosa que a buen seguro, le regaló uno de los muchos admiradores que tiene.