Actriz y Presentador fueron entrevistados por los residentes de la residencia para mayores de Madrid Ballesol Pozuelo
Uno de los programas que mejor refleja los proyectos de vida y bienestar de los que disfrutan los residentes de Ballesol es el de “Entre Amigos”. La motivación y el interés de conocer en vivo y entrevistar a un personaje relevante en el ámbito social, cultural, artístico o deportivo llevó hace ya unos años a un grupo de residentes de Ballesol Pozuelo a comenzar esta experiencia.
Por el salón de esta residencia han pasado historias inolvidables, confesiones inéditas, momentos únicos, instantes entrañables que ya son parte de los recuerdos de los residentes, sus familiares, los profesionales de Ballesol que les acompañan, y también, de los lectores de esta revista.
Los dos últimos personajes que han sido entrevistados son parte de la historia del cine y la televisión de este país. Pero desde perspectivas bien distintas, la de actriz y presentador, aunque con paralelismo que llegan a coincidir.
Por un lado, Julieta Serrano nos visitó al poco tiempo de estrenarse “Dolor y Gloria”, su última interpretación cinematográfica de la mano del famoso director, Pedro Almodóvar. Nos confesó con esa humildad que alguna vez lleva hasta su personaje, “que nunca la ha importado el éxito, sino el haber conseguido agradar al espectador”, algo que reconoce haber conseguido, no sin cierta vergüenza, cuando la paran por la calle. Habló también de su familia, del valor de las relaciones personales entre generaciones, del inicio de la guerra que lo cambió todo siendo una niña, “pero que no llegó a quitarme la sonrisa”. Si se tiene que definir con tres palabras –le preguntó Luis Rolandi, el residente y presentador de Ballesol Pozuelo- no se lo piensa: “un poco insegura”. Y eso que el teatro le ha dado la vida y algo más. “Perdía esa timidez que siempre he tenido en cuanto me subía al escenario”. Los mismo le pasó haciendo cine, aunque con Almodóvar siempre ha sido más sencillo. Si tiene que elegir una película, no lo duda. “Al borde de un ataque de nervios” creo que es mejor película que “Entre Tinieblas”, pero pienso que esta es una de mis mejores interpretaciones porque el papel es más protagonista y más complicado”.
En 2017 cumplió 60 años de profesión, y mirando al futuro sabe “que será la vida la que me retirará, en ese momento me vendré con vosotros a Ballesol”, se despidió entre aplausos.
Lo primero que pudimos reconocer en José Manuel Parada fue su voz. Comentó en su visita a Entre Amigos que empezó “con 16 años en la radio para después terminar la carrera de Magisterio y trasladarme a Barcelona para seguir con mi carrera audiovisual en la Televisión”. A todos los asistentes les vino el recuerdo de “Cine de barrio”, emblemático programa de televisión que ocupó la tarde de los sábados con unos datos de audiencia históricos. “En aquellos años pasaron por el programa las actrices más importantes, Lina Morgan, Marisol, Sara Montiel, Concha Velasco…” y especialmente recordó a Rocío Durcal, por ser la primera madrina de Cine de Barrio.
Ahora sigue en la Televisión, sin la efervescencia de entonces, pero con la misma profesionalidad “que creo han sabido valorar los responsables que he tenido”.
Parada demostró también ser un hombre sensible, comprometido con los mayores, admirador de todos ellos. De hecho reconoció sentirse uno más. “Aprendemos mucho de la gente joven y viceversa”. Esas palabras que llevan a una sociedad más intergeneracional le suscitaron una reflexión que compartió con todos los residentes al reconocer que “me gustaría que hubiera más residencias donde se pudiera convivir con gente de diferentes edades”. Con ese deseo Parada se despidió, reconfortado por la felicidad que percibió y el cariño con el que le acogieron en el programa “Entre Amigos”.
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