Home BALLESOL LA FAMILIA Y BALLESOL, CUIDADO COLABORATIVO

LA FAMILIA Y BALLESOL, CUIDADO COLABORATIVO

0
BALLESOL GIJÓN I

Una de las señas de identidad de la asistencia integral que ofrece el Grupo Ballesol es la integración en los cuidados de la familia de los residentes. Implicar a la familia en los cuidados de los residentes repercute positivamente en estos, en el equipo interdisciplinar y en la propia familia.

La familia es la unidad de apoyo social más cercana e importante para todo ser humano. Ante cualquier nuevo reto o cambio vital relevante, el apoyo familiar supone un respaldo que aporta seguridad y confianza en todas las etapas de la vida y especialmente en las personas mayores.
El hecho de vivir en un centro residencial no debe modificar este vínculo, sino más bien complementarlo. La familia no deja de ser cuidadora cuando ingresa a su familiar en un centro, simplemente se establece un cuidado colaborativo entre los servicios profesionales que aporta el centro y los cuidados familiares que sigue prestando la familia. Consiguiendo así un equilibrio beneficioso y estimulante para todas las partes.
Ejemplo de este modelo de colaboración son los siguientes testimonios:

Ballesol Gijón

D. Ramón Corzo es familiar de Dª. Juana Caballero, y aunque no se ha dedicado a la canción profesionalmente, Beatriz Polo animadora sociocultural del centro, asegura que a D. Ramón la voz le sale del alma. El y su hermana Dª. María cuentan con dos grandes voces que suelen compartir solo con su familia y amigos, pero ahora, desde que están en Ballesol Gijón,cantan a dúo para celebrar un cumpleaños, una festividad, un aniversario o simplemente por compartir un rato agradable junto a su familiar y los demás residentes.

La música ha sido uno de los medios de participación en la vida diaria de la residencia y un estímulo para seguir más cerca de Dª. Juana. Tanto Beatriz como Lidia, la Terapeuta Ocupacional, insisten en que en algunas de las actividades que se proponen -como el coro del centro- la participación de los familiares es muy beneficiosa para los propios residentes, los familiares y los mismos profesionales. Es muy enriquecedor y estimulante la dinámica de complicidad y cariño que se establece, algunos familiares hacía años que no cantaban con sus madres o padres, muchos no lo hacían desde que eran niños…

Ballesol Las Palmas

A las hermanas Reyes Pérez las une la pasión por la vida además de sus lazos fraternos. Dª. Fidelia vive en Ballesol Las Palmas, Dª. Sita en su domicilio, aunque puntualiza que diariamente acude al centro a visitar a su hermana. Ambas insisten en la importancia de la participación familiar, “es algo recíproco, de lo que nos beneficiamos ambas partes”. Dª. Sita, por ejemplo, participa asiduamente en la actividad de gerontogimnasia, en la que la actividad física es la protagonista.

Es importante incidir, resaltan desde el centro residencial, que la implicación del familiar es muy diversa y va desde acompañar al residente en una actividad, dar un paseo, realizar una gestión o una acompañar a visita al médico, hasta facilitar datos sobre su biografía y sus gustos e intereses en aquellos residentes que tienen deterioro cognitivo y no los pueden comunicar por sí mismos o colaborar en la adaptación al centro.

Ballesol Mirasierra

Lo que Ballesol Mirasierra ha logrado trasciende la unión del residente con su familia. En los salones del centro ha nacido una “nueva familia”. Dª. Mercedes, Dª Mari Carmen, Dª. Carmen y Dª. Nieves no comparten vínculos familiares entre sí, pero sí estrechos lazos afectivos. Todas optaron por este centro como la mejor opción para dar a sus respectivas madres la mejor atención. Aunque no se conocían, en los amplios salones del centro fueron forjando día a día una bonita amistad. Cada día asisten a ver a sus familias al centro, se reúnen en la cafetería y echan una partida de su peculiar “Cinquillo”. Los que las conocen las describen como un manantial de alegría, humanidad y ternura.

No solo participan habitualmente en las actividades del centro, además de esto ejercen como una familia muy unida. Como describe Daniel Cerrato, animador socio cultural del centro, “ellas son un ejemplo para otros residentes y para los propios trabajadores. Cuando una de ellas no puede acudir al centro, el resto se encarga de llevar a su madre hasta la “reunión familiar”, un particular encuentro del que también participan el resto de residentes”.
Para ellas, Ballesol no solo es el hogar de sus madres, es también una extensión del suyo propio. Estas cuatro mujeres son una muestra de afecto y complicidad, y aseguran que la iniciativa surgió espontáneamente y ahora se ha convertido en algo que las gratifica personalmente.
En esta, y cualquier aventura que uno emprenda, la compañía es siempre un preciado valor del que disfrutar.

Salir de la versión móvil