Mi abuelo me decía
Yo tuve una abuela que se sabía todo el refranero español. Recuerdo que de niña siempre me decía “Año de nieves año de bienes”. Creo que viendo la que está cayendo en este país no hace falta ningún otro comentario.La verdad, es que tener unos abuelos con los que puedas compartir tus inquietudes es una gran suerte para cualquier niño. A decir verdad, yo me considero una afortunada, sobre todo por mi abuelo paterno que estaba siempre abierto a todas mis preguntas lo cual para mí ha sido siempre de un gran apoyo. Recuerdo que me decía: “las personas tenemos que ser valientes y con una gran voluntad, porque el miedo te hace menos inteligente, menos bondadosa y además, mucho más fea”. ¡Era listo mi abuelo!…, porque esto último, con lo presumida que yo era, me ayudaba a luchar contra cualquier tipo de miedo rápidamente. Y tenía mucha razón, ya que los miedos te limitan mucho.
Mi abuelo me decía: “las personas tenemos que ser valientes y con una gran voluntad, porque el miedo te hace menos inteligente, menos bondadosa y además mucho más fea”
Hoy, los abuelos lo tenemos mucho más difícil; tenemos que luchar contra la forma de educar que ha cambiado, así como la escala de valores. Muchas personas hoy día se cuestionan la existencia de Dios, cosa que para nosotros era incuestionable. Hoy, los niños saben más de lo que nosotros creemos, se están acostumbrando a que sólo es importante la ciencia y los grandes descubrimientos, pero si no contamos con algo más, es imposible ser feliz: recibir un beso de verdad es enormemente positivo para todo ser humano. A mí, por ejemplo, la asignatura de “Educación para la ciudadanía” siempre que no sea doctrinal y por lo tanto tendenciosa, me parece positiva. Aunque hay que decir que siempre va a depender enormemente del profesor que la imparta y por quién esté escrita. Si mi opinión sirve para algo, me parece recomendable la del filósofo José Antonio Marina.
Nada más poner los pies en el suelo, los niños oyen hablar del paro, de la crisis, del aborto, de la falta de ideales, de la delincuencia, etc. O sea, que la palabra miedo está siempre presente. Nosotros tenemos la obligación de enseñarles que además existe la belleza de las cosas, la felicidad, la creatividad, la cooperación altruista; porque es necesario crear ilusión en las personas de cualquier edad. No olvidemos que estos niños serán los que en el futuro gobernarán el mundo y si los educamos con desamor, con desencanto y sin una finalidad clara, estamos creando un futuro de mediocridad. El éxito como persona es un camino muy duro y estoy convencida que en la renuncia de muchas cosas esta la felicidad. Un abrazo muy fuerte y hasta siempre. Besos
PD. El otro día, gracias a mi hija leí un discurso maravilloso de una niña de trece años en presencia de representantes de la ONU en 1992. La valiente niña se llamaba Severn Suzuki . Al final me quedé con estas dos frases: “Perder mi futuro no es como perder unas elecciones” y “Por favor, haced que vuestras acciones reflejen vuestras palabras, porque ERES LO QUE HACES NO LO QUE DICES”