Que en Ballesol Olavide hay muchas joyas lo reconocen los propios empleados de la residencia cuando hablan de los residentes. De manera material muchos de ellos participaron en un taller de confección artesanal de bisutería en el que pudieron diseñar y dar forma a joyas que ellos mismos pudieron lucir. La oportunidad de sentirse creativos y artistas les llevó a confeccionar preciosos collares que familiares y trabajadores reconocieron con “admiración y deseos de colgárselos”, confesaron los residentes.