Los beneficios de las terapias con animales son evidentes y probados. Desde hace unos meses la residencia de Ballesol Azalea en Sevilla acoge este tipo de iniciativas junto a la Fundación Benjamín Mehnert.
Los resultados son muy valorados por los residentes, que no sólo ven aumentada su capacidad de concentración, atención o autoestima, “también sus habilidades motoras finas y gruesas, la movilidad o el equilibrio”, enumeran los profesionales de la residencia que acompañan en cada sesión a los residentes, que por cierto, dedican parte del tiempo con los perros a peinarlos o darles de comer, una experiencia que reparte beneficios a ambos.