Isabel Escribano, Fermín García y Paula Martín son parte de la historia de Grupo Ballesol. Con más de 25 años de experiencia representan los valores que toda entidad y trabajador desean: fidelidad, compromiso, recompensa y agradecimiento. Los tres, como muchos otros que han cumplido más de ese tiempo en Ballesol, aún recuerdan la primera mañana que se presentaron a trabajar, hechos un manojo de nervios, con la ilusión de un niño y con un diario limpio de trazos e historias por contar. Sin embargo hay algo que todavía repiten. ”Mañana, al igual que casi todos los días del último cuarto de siglo, acudiré al trabajo, eso sí, con mucha más tranquilidad”
Conocí Ballesol cuando visitaba a una Residente con la que había tenido una relación laboral anterior y el entonces Director, me hizo una entrevista de trabajo y a raíz de ella a los tres días siguientes me incorporé en la plantilla. Digamos que fueron unas circunstancias casuales.
La imagen que percibí fue la de un Centro Residencial, que no se parecía en nada a la Residencia donde había trabajado durante 3 meses. El primer pensamiento que me vino a la cabeza es “esto Sí es DIGNO, no me importaría trabajar aquí”. Las Auxiliares sonreían, llamaban a los residentes de Usted, además tenían cubierto todos los servicios a los Residentes en todos los aspectos, incluido, por ser el más importante, el sanitario. Grupo pionero en este sector.
Mi primer trabajo fue como Auxiliar de Clínica, para posteriormente ser Auxiliar de Medicación, Supervisora, Subdirectora, y por último Directora. Vamos que fui subiendo peldaños en la pirámide”. Mi agradecimiento sería muy extenso, en primer lugar a la persona que me entrevistó y me dio la oportunidad de empezar. A Dª. Lola Soler porque siempre me demostró cariño y confianza, creyendo en mi para hacerme subir esos peldaños que antes citaba; Dr. Álvaro Cuenllas que me formó como profesional sanitario e Ignacio Sobrado, por su aprendizaje en las responsabilidades de dirección. Mi agradecimiento a todos los equipos con los que he trabajado, siempre he sentido su apoyo y su cariño. También y de una forma muy especial a mi marido y mis hijos que siempre han respetado y entendido mi trabajo dándome su apoyo incondicional en los momentos buenos y menos buenos.
Ni la mirada ni la impresión han cambiado en Fermín García, Director Médico de Grupo Ballesol. Cada persona es única y especial, como también lo es la atención que dispensa a los residentes de Ballesol desde que llegó a esta “gran familia”.
Ballesol ha sido un proyecto que ha marcado y sigue marcando de forma intensa mi vida profesional. Desde que llegué a Majadahonda, hace ya más de veinticinco años, me sorprendió la asistencia integral y orientada de forma individualizada a cada persona mayor que allí vivía; la cercanía, el cariño y el respeto con el que se les trataba a los residentes. Se trabajaba con historias clínicas informatizadas, atención psicológica, fisioterapia, dietas personalizadas, medicación, relación con las familias… todo lo que ahora se llama atención centrada en la persona, valoración integral, cuidados dignos… estaba ya en pleno desarrollo en aquel centro.
Siempre estuve arropado por el equipo médico, y especialmente por el responsable Dr. Álvaro Cuenllas, que me consideró como un amigo y compañero y que, gracias a Dios, hoy en día seguimos manteniendo la misma amistad, compañerismo.
Unos meses después desembarqué en Valencia en la residencia de Gobernador Viejo con una persona de la que siempre tendré los mejores recuerdos, Fidelia Pérez,que comenzó como responsable asistencial de Ballesol Gobernador Viejo y que luego vivimos con entusiasmo la expansión del grupo por las distintas ciudades: Zaragoza, Murcia, Barcelona, Alicante… Hoy la echamos en falta y estoy seguro que desde arriba nos está protegiendo y transmitiendo sus ganas y su ilusión.
Hoy, ya como director médico del Área Mediterránea, tengo que agradecer a todas las personas que han trabajado conmigo por todo lo que me han aportado y ayudado en todas las expansiones. Veo con perspectiva lo mucho y bueno que entre todos hemos conseguido, la dedicación que hemos tenido para poder avanzar en la innovación, la docencia y la mejora asistencial que debe ser siempre nuestro objetivo en Ballesol.
Finalizo con mi agradecimiento al director de la Zona Mediterránea D. Vicente Cuesta con el que he colaborado durante tantos años y que siempre ha trasmitido entusiasmo e ilusión, y a Dª. Lola Soler, una persona única, con una gran humanidad y que ha sabido impregnarme desde el principio en Ballesol. Siempre he sentido su cercanía, entusiasmo y apoyo.
Los dedos no pueden alcanzar a contar los años de esta historia. Paula Martín es la directora de Ballesol Pozuelo.
Su inmaculada fidelidad lo atestiguan los 35 años que lleva en Grupo Ballesol y los 25 en Pozuelo.
“Comencé a trabajar en Ballesol en 1980 en el centro de Majadahonda recién inaugurado. Era el mes de Agosto y yo tenía 19 años. Fue mi primer trabajo, lo conocí por unos amigos de mis padres, me pasé a dejar un curriculun, hice una entrevista y a los pocos días me llamaron para ofrecerme un puesto de auxiliar. Lo acepté con muchísima ilusión, primer trabajo y de lo que había estudiado, todavía no sabía si sería el trabajo de mi vida, pero tenía ganas de trabajar y de aprender… Como fue el comienzo se fue creando un equipo de profesionales magnífico que nos enseñó sobre todo a ser responsables con nuestro trabajo, a respetar la vida de los mayores y algo muy importante, aprender a querer a las personas a las que cuidas todos los días. Para mi esto es
Ballesol hoy: una mezcla de profesionalidad, respeto a la vida, experiencia y una calidad humana digna de resaltar.
En 1990 se inauguró Ballesol Pozuelo. Dª. Lola Soler, hoy presidenta del Grupo Ballesol, creadora, trabajadora inagotable e impulsora de todo lo que hoy es Ballesol, reunió un equipo de profesionales con trayectoria en Majadahonda y apostó por ellos para dar vida a Pozuelo. Tuve la suerte de estar entre ellos y al lado de los mejores: Dr. Cuenllas, Isabel Escribano, también se unió un gran profesional en el campo de la fisioterapia, Arsenio Granja y mi gran amiga Eva Tendero, hoy en el equipo asistencial de Ballesol, más de 25 años de amistad de la buena, compartiendo trabajo, ocio, confidencias, risas, no tantas risas…
En 1990 comencé de supervisora, en el 96 de Subdirectora y ya en 2006 alguien más quiso apostar y confiar en mí: Dª. Lola Soler y D. Ignacio Vivas, Consejero Delegado del Grupo Ballesol, el cual ha heredado de su madre, la sensibilidad, responsabilidad y la capacidad de trabajo para seguir apostando por esta gran familia que es Ballesol. Me propusieron ser Directora de Pozuelo, tras una formación adecuada, en 2008 me nombraron Directora. He tenido la suerte de estar acompañada por un gran equipo de profesionales, formado día a día en los valores de la calidad humana, el respeto y generosidad con nuestros mayores. Aquí he conocido a magníficos compañeros y he conocido a mis mejores amigos, no se puede pedir más. Mi agradecimiento a mis padres por haberme dado la vida, a Dios por dejarme vivir y a Dª. Lola y a Nacho por quererme y confiar en mi, gracias por todo.
Me gustaría dedicar este reportaje a mis hijos Belén y Álvaro, os quiero.