s una lección de vida comprobar la felicidad que diariamente muestran
Dª. Antonia y D. Antonio, dos residentes de Ballesol Almogávares que tienen muchas cosas en común. Sus vidas son ejemplares y dignas de ser escuchadas “para seguir aprendiendo con su presencia”, dicen admiradas las trabajadoras de la residencia. Otra coincidencia entre ellos dos es cumplir años y convertirse en centenarios. Ella celebró su 106 aniversario y él su 102 aniversario.
Ambos lo hicieron con una amplia sonrisa, “con fuerzas para soplar las velas y cumplir muchos más”, y sobre todo, rodeados de sus familiares y amigos.
Desde Ballesol Almogávares se obsequió a los residentes con un ramo de flores y una banda de felicitación con sus años antes de disfrutar de un día lleno de felicitaciones, regalos y sorpresas.