Todo el mundo en Ballesol Cerrado Calderón admira a Dª Antonia Salas. Lo confirman sus amigos, residentes y familiares. “Se hacen querer por la simpatía y el cariño que demuestra a los demás”.
Por ello no es de extrañar la compañía que recibieron en el 102 cumpleaños de esta residente -que curiosamente comparte estancia en la residencia con su hijo D. Salvador Cordero y su mujer Dª Esperanza Vallejo-. El cumpleaños se convirtió también en un homenaje para una mujer que es ejemplo de envejecimiento activo y saludable diariamente. Emocionada y agradecida por la acogida, recogió un hermoso ramo de flores al escuchar, una vez más, el cumpleaños feliz.