La verdad es siempre fuerte, igual que la razón, nace de la conciencia, brota del corazón. La verdad no deja duda, es como el sol, la verdad es nítida, clara, tiene un color. En cambio la mentira es endeble y voraz se encoge y se estira y de todo es capaz. La mentira, como la espuma, se esfuma y se va y entre las tinieblas y brumas trata de pasar. Por eso si cuando al decir la verdad veis que al hacerlo podéis causar un mal, pensad despacio y tranquilos, después callad.
EPIFANIO LARRIBA – Zaragoza