Lleva medio siglo sobre los escenarios y no ha perdido ni la humildad, ni la sencillez ni el buen humor. Se llama Miguel Ángel Carreño Schmelter aunque todos lo conocemos como Micky, el líder de Micky y los Tony’s. “Nací en Madrid y gracias a la profesión de mi padre, (diplomático) mi juventud se desarrolló viajando con mi familia a los destinos que le asignaban. Empezamos en Bélgica, después pasé por Jordania y a los 15 años vuelvo a España y me meto en el ambiente musical. Mis experiencias extranjeras fueron muy interesantes. Desde los bunker abandonados por las tropas alemanas en Bélgica donde encontrábamos peines de balas, a las arenas del desierto en Amman, donde me bañaba en oasis fantásticos, o intentar hundirme, -¡imposible¡- en El Mar Muerto, o aquellas Semanas Santas maravillosas en Jerusalén”. Ahora reaparece con “Los Colosos del Ritmo”.
POLÍGLOTA
Cuando Micky estudiaba en Beirut en vez de coger autobuses para ir al cole, cogía aviones. Estos aviones implicaban idiomas. “Todo el bachillerato lo estudié en francés, y el inglés como segunda lengua; el alemán como tercera por parte de mi madre, y el árabe porque tenía que insultar y entenderme con mis colegas. Toda mi juventud en la capital libanesa va germinando mi posterior profesión. En el “cole” empiezo en el teatro como actor infantil y ya tengo la ocasión de descubrir el mundo del rock and roll en la jukebox de las playas de Saint Simon y Saint Michel. El inglés ha sido fundamental, toda la gente joven está cantando en inglés porque es una lengua mucho más sonora y encima es más internacional. Al principio, con Los Tony´s, como éramos “versioneros”, la mayoría de los temas los cantábamos en inglés. Trabajábamos mucho en la Base Americana de Torrejón y de Zaragoza, y claro, todo en la lengua de Shakespeare”.
TENIS O DIRECCIÓN DE EMPRESAS.
“No tengo ni idea qué habría sido de mí si no hubiera conocido en el inicio de los 60 a Tony del Corral, a Juan Fuster y a Enrique Moddell. Fernando Argenta irrumpe en mi vida antes. Mi padre era amigo del suyo, el gran Ataúlfo Argenta, y nuestras familias compartían los veraneos en Castro Urdiales. Repito que no tengo ni idea de qué habría sido de mí; podría pensar en que como me gustaba el tenis, hubiera llegado a ser un jugador de élite; también me agradaba la posibilidad de estudiar dirección de hoteles o terminar en una compañía aérea pero la música pudo más”.
PIONEROS.
En aquellos inicios había en España grupos como Los Pekeniques, Los Estudiantes y Los Relámpagos. Comienzan grabando con Zafiro éxitos de Billy J. Kramer & The Dakotas.
¿Qué siente cuando escucha aquellos temas?, ¿cuál fue la aportación más destacada de este colectivo de músicos al panorama español?
“Empiezo por el final: fuimos los pioneros en cambiar todas las estructuras establecidas por el sistema. Nos costó mucho pelear por nuestras ilusiones. El resultado está claro. Y a la primera pregunta te contesto con una sonrisa agradecida y un corazón feliz. Éramos héroes y ahora esos trabajos están muy cotizados”.
EL CHICO DE LA ARMÓNICA.
En 1964 llegan los primeros grandes éxitos, éxitos como “La luna y el toro”, “Zorongo Gitano” o “Guadalajara” de clara influencia inglesa… y luego viene la época sarcástica con letras incisivas como “Guau, ladrido del perro cuando ladra” o “No comprendemos por qué no somos millonarios”.
Sobrevivir cantando es una aventura
¿Cuándo empieza la creación propia?
“Paralelamente a estos títulos. Los Brincos nos dieron la pauta y pudimos sacudirnos las imposiciones que nos “sugerían” las compañías discográficas. Los Tony’s siempre tuvimos una visión irónica de nuestra vida musical. Nuestra escuela fue el sonido garaje, y nuestros textos acordes a nuestros sentimientos rompedores”.
Por cierto, Micky, ¿comprende ahora mejor por qué no es millonario?:
“Soy millonario en muchas otras cosas. En la música me sigo haciendo la pregunta, pero tengo claro que lo que rodea a la música depende de muchas cosas raras. Sobrevivir cantando es una aventura. ¿Quién tiene la culpa?
Háblenos de su carrera tras la ruptura con Los Tony’s.
“Nos separamos porque se cerró el ciclo. En solitario, con Fernando Arbex, arranco con “Mary, Mary, María” y después llegó el súper Nº 1 con “El Chico de la Armónica”. Hasta culminar en Eurovisión. Usted actúa con “Enséñame a cantar”. Más allá del resultado ¿qué enseñanzas sacó Micky de su actuación? “Wimbledon fue una experiencia rotunda. Todo el equipo que me rodeó, profesionales de 10 y yo tomando nota de cómo funcionaba todo tan perfecto en Londres. Sonido, orquesta, ensayos, seguridad, etc”.
DOS DÉCADAS PRODIGIOSAS.
Las canciones de aquellos años aún se escuchan con deleite.
¿Puede hablarse de décadas prodigiosas para la música y los músicos?
“Por supuesto que sí. Hay gente que vive de una sola canción, imagínate las que caben en una década, y encima en una década inspiradísima como las de los 60/70. Hoy las nuevas tecnologías lo están cambiando todo: “Por completo. Te das cuenta de que todo el mundo está en todo y al instante. No obstante, con las ayudas que tenemos de nuestros gobiernos, el futuro está en el aire y el color es muy negro aunque yo creo que hay que seguir mirando siempre adelante, con nostalgia, con cariño, con una sonrisa, con esperanza. Con ira, ¿para qué?
Micky transmite en la conversación la misma pasión por la música (y por la vida) que transmite en los escenarios o en la televisión. Sigue siendo un hombre polivalente, versátil, respetuoso y simpático. Terminamos hablando del vuelco que los Ipods, los MP3, los móviles y los smartphones están dando a la forma de escuchar y distribuir música tan diferente a la del “single” y el LP. Se le nota en forma: “Todo está inventado, pero hay Compañías discográficas como la mía, MUNSTER RECORDS, que apuestan a muerte por el vinilo porque hay mucha demanda. En las tiendas especializadas se vuelven a ver grandes stands con los famosos LPs”. Le digo que, quizás, sea porque la música sigue siendo un producto universal, que emociona a todos en todas partes: “La calidad de una canción no tiene épocas. Hay joyas en todos los tiempos”.
La respuesta musical está en el tiempo
- Sígueme. ¿A dónde? Al concierto.
- ¿Cuánto pesa el amor? Todo.
- En el rollo está la solución? Je, je, je.
- ¿Qué ha pasado con el mono gris de Birmania? Sigue encaramado.
- ¿Ya ha aprendido a nadar? Nado bien y he aprendido a guardar la ropa.
- ¿Por qué no se puede ser vago? Está claro, te arruinan.
- ¿De qué sospecha? De las sonrisitas.
- ¿Sigue queriendo a Ana? Es un nombre precioso. Era la novia del batería.
- ¿Visitó Jerusalén? Claro, conocí la parte árabe y la parte judía. Mi hermana estudiaba interna en un cole de la parte árabe.
- ¿Sigue teniendo “de todo”? Casi.
La llamada del cine
Micky protagoniza tres películas de gran éxito: “Megatón ye- ye”, “Codo con codo”, con Massiel y Bruno Lomas y “La vida sigue igual”, con Julio Iglesias, recientemente repuesta en la TDT. “Las críticas de aquella época resaltaban a un Micky con madera de actor a falta de un director que le tallara. Todas las películas en las que he intervenido se siguen viendo con éxito en todas las cadenas televisivas y yo sigo a la espera de que me llame el director oportuno para ponerme ante las cámaras”.