Queridos Amigos,
Hace más de 37 años que abrió sus puertas nuestro primer centro Ballesol en Majadahonda. Todo era desconocido para el reducido grupo de profesionales que, con Lola Soler al frente, se enfrentaban a un mundo nuevo que en aquel momento era un absoluto desconocido: la atención en centros residenciales privados a personas mayores asistidas. Éramos pioneros de un sector que no tenía ni regulación ni normativa y donde todo estaba por hacer y por aprender.
Como todos sabéis, nacimos desde la vocación del cuidado y hemos crecido manteniendo nuestros valores, luchando por ser cada vez más profesionales y con el firme convencimiento de que poner siempre el acento en la calidad de los cuidados nos llevaría al éxito.
En este proyecto conviven personas que se incorporaron a él en los comienzos, con otras que nos hemos ido integrando por el camino, y todas contagiadas por ese entusiasmo que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las características esenciales de cada una de las personas que integran esta gran familia.
Hemos logrado la confianza de muchísimas familias, intentando en cada momento atender las expectativas que han puesto en nosotros. Creo sinceramente que en la mayoría de los casos lo hemos conseguido, a veces incluso las hemos superado, aunque también es cierto que en algunas ocasiones hemos fallado, y hemos aprendido de cada error para mejorar cada día, y aún hoy seguimos aprendiendo desde la más absoluta humildad.
En todo este tiempo se han producido grandes cambios. Cambios en Ballesol, en las familias y en la propia sociedad que nos han obligado a estar muy atentos para seguir cada día dando el mejor servicio. Sería imposible estar donde estamos sin el impagable esfuerzo de cada uno de nuestros profesionales.
Ahora son nuevos tiempos, todo se mueve deprisa, tenemos que estar todavía más en guardia. Somos una empresa moderna y en constante evolución. Nuestra cartera de servicios mejora cada día.
Como una empresa que persigue la excelencia, y aun sabiendo que lo importante está en nuestra alma, teníamos necesariamente que demostrar a la sociedad a través de una nueva imagen corporativa que Ballesol nunca para, que no somos conformistas, que nuestro interior tiene que reflejarse en una nueva imagen para que la sociedad sepa que los 37 años de historia nos han servido para mirar al futuro con optimismo, sin olvidar el pasado que nos lo ha dado todo y trabajando en el presente para mejorar cada día.
Un fuerte abrazo,