Aunque encontremos todo tipo de productos, en todas las épocas del año desde estas páginas siempre recomendamos consumir alimentos de temporada. En primavera tenemos las mejores verduras, tiernas, jugosas y frescas, recomendamos los guisantes, los espárragos y las judías verdes.
Los guisantes
Dulces y deliciosos incluso crudos, merece la pena adquirirlos frescos y tomarlos nada más separarlos de sus vainas, su delicado sabor dulce procede de su riqueza en azúcares simples, tienen además hidratos de carbono con variadas vitaminas del grupo B y C y abundante cantidad de fibra. Riquísimos en guisos de carne y pescado, e imprescindibles para la famosa salsa verde que acompaña majestuosamente la merluza. También se puede consumir en cremas y purés.
Los espárragos frescos
Sólo hay dos tipos de espárragos: los frescos y los salvajes o trigueros. El espárrago es prácticamente agua y pura fibra. Son diuréticos y por tanto se aconsejan en las dietas hipocalóricas. En la cocina se comportan magníficamente, nada tiene que ver en sabor el espárrago fresco con el envasado. Levemente cocidos, siempre en vertical con las yemas hacia arriba y una suave vinagreta, a la plancha, envueltos en jamón dulce, gratinados… son deliciosos.
Las judías verdes
Aunque las comamos todo el año, el mejor momento para consumirlas es el mes de mayo: notaremos la diferencia. Su valor energético es muy bajo, pero aportan fibra y sales minerales, son ricas en yodo, magnesio y pobres en sodio. Una buena fuente de carotenoides con acción antioxidante y por tanto antienvejecimiento. Sabremos si están frescas si al doblarlas se rompen.