SABROSA FUENTE DE SALUD
Aunque los consumimos todo el año, en verano es la mejor época para tomarlos, incluso podemos cultivarlos en maceta. Los de ésta época no necesitan invernadero y por tanto tienen menos tratamiento químico y más sabor. Los tomates aportan tan sólo 25 calorías por 100 gramos de producto. Un tomate grande cubre el 80% de las necesidades de vitamina C diarias, además de ser un buen antioxidante ya que tiene licopeno. Los de mejor calidad, independientemente de la variedad son los maduros que además estén duros. Los tomates son uno de los alimentos base de la Dieta Mediterránea, imprescindibles para el sofrito que se realiza además con ajo y cebolla. La salsa de tomate es una de las más universales: únicamente precisa trocear los tomates una vez pelados bajo agua caliente, freírlos a fuego muy lento durante un buen rato y pasarlos por el chino. Los secos, muy típicos en Italia, una vez hidratados son perfectos para pastas y arroces. Los de pera están muy indicados para cremas frías, el gazpacho, la más popular se realiza con tomates, pimientos, cebolla, pepino y pan, además de ajo, sal y aceite. En rodajas con un poco de aceite picual y sal están impresionantes. Si están demasiado duros y queremos hacer pan con tomate se les puede dar un golpe de microondas para ablandarlos. Con queso fresco y albahaca configuran una cena ligera y deliciosa, rellenos de atún y maíz con una suave salsa rosa son igualmente exquisitos. Muy picaditos es el acompañamiento perfecto para un salpicón, junto con cebolla, pimientos y mariscos.