UNA MUÑECA «BIEN»
Mariquita Pérez era una muñeca elegante. Tuvo el honor de ser la más famosa de las décadas de los cuarenta y cincuenta, aunque su producción se mantuvo hasta mediados los años setenta.
Leonor Coello, hija del Conde Coello de Portugal, era una dama de la nobleza madrileña que residía en San Sebastián durante la Guerra Civil Española. Su marido fue Manuel de Góngora, catedrático de la facultad de Filosofía y Letras y redactor del Blanco y Negro, ABC. Leonor Coello fue la creadora de la muñeca, inspirándose en su propia hija de dos años, Leonor de Góngora. Esta niña era rubia con ojos azules.Durante el verano de 1938, Leonor solía pasear con su hija por la Playa de la Concha en San Sebastián. La niña siempre portaba su muñeca alemana de porcelana vestida igual que la pequeña, suscitando así el interés y la sorpresa entre los viandantes. La estampa llamaba tanto la atención que los bañistas y transeúntes se paraban a ver los modelos de la niña y la copia exacta de su muñeca. Leonor Coello era quien dibujaba, cortaba y cosía tanto los trajes de su hija como los de su muñeca y demostró que era una emprendedora con enorme visión comercial, teniendo la idea de convertir a su hija en modelo que prestase su imagen a una muñeca nueva y especial, distinta a las demás, una muñeca que se vestía como las niñas de la época.
No fue fácil conseguir dos millones para empezar el sueño. Con el capital empezaba la aventura empresarial: tenían que idear el nombre, inventar una historia y lo más importante: crear la muñeca. Leonor quería un nombre muy español y para ello consultó a los amigos y compañeros de tertulia de su marido Manuel de Góngora, entre los que se encontraban intelectuales de la talla de Jacinto Benavente, premio novel de literatura. Finalmente, Leonor Coello dio con un nombre y apellido común, y muy español, Mariquita Pérez. Así se fundó la empresa Mariquita Pérez S.A.
LA PRIMERA MUÑECA
La primera muñeca se hizo en 1940 en la ciudad alicantina de Onil, en los talleres de Bernabé Molina. Este primer modelo, de cartón-piedra, tenía los ojos fijos y de cristal, la boca cerrada y una peluca de cabello natural. Llevaba un conjunto a rayas rojas y blancas compuesto por vestido, lazos para el pelo, zapatillas “topolino” de esparto y ropa interior.
Entre 1941 y 1942 salieron al mercado nuevos modelos, ya fabricados en Madrid por la empresa Muñecas Florido, con ojos que se abrían y cerraban, y la boca abierta. En esta época aparecieron también las muñecas andadoras y articuladas. Su altura era de 46 cm. Mariquita Pérez representaba a una niña de siete años sana y hermosa.
Con el eslogan “la muñeca que se viste de verdad”, Mariquita Pérez se lanzó al mercado, teniendo un tremendo éxito, ya que en tan solo mes y medio se vendieron las mil muñecas, a pesar del precio elevado. La muñeca era un producto de lujo accesible solamente a las clases pudientes. El 11 de noviembre de 1940 se celebró la inauguración de la primera tienda Mariquita Pérez en la Avenida del Generalísimo, actual Paseo de la Castellana número 12 en Madrid. Aquel día se presentó en sociedad a la muñeca.