REFRANES DE PRIMAVERA

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La primavera la sangre altera. Este refrán es sin duda uno de los más utilizados en la estación primaveral. Es quizá una de las expresiones que mejor resume la influencia de la estación en el carácter de una persona. Porque el tiempo afecta a cualquier persona. La primavera suele venir acompañada de un tiempo convulso, con un escenario floral que alegra a cualquiera. Y la primavera da mucho que hablar. Así se demuestra en el amplio abanico de frases populares.

La primavera es la estación de las flores por excelencia. El campo nos ofrece estampas bonitas para disfrutar de un paseo. Los jardines de las ciudades brillan por los colores y olores que nos regalan las flores. Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera. Y es que la primavera, que cante o que llore, no viene nunca sin flores. Este refrán señala que, nos guste o no nos guste, en la vida hay cosas inevitables, que no dependen de nuestra voluntad. Algunas son agradables, como las flores en primavera; otras no son tan gratas.

La meteorología inunda la temática de los refranes. Y de marzo a junio, el lenguaje nos anuncia muchas cosas: abril tronado, viene buen verano; abril y mayo las llaves de todo el año, que significa que son meses que prometen; abril para ser abril ha de tener aguas mil; marzo ventoso, abril lluvioso. En definitiva, marzo borroso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso; marzo, marzuelo, dos días malos y otro bueno.

A marzo, por ser un mes de transición, se le atribuye todo lo raro e inestable: En marzo la veleta, ni dos horas se está quieta. Por eso no es extraño que nos quejemos: marzo, marceador, llueve por la tarde y por la mañana hizo sol. Se refiere a las bruscas transiciones del tiempo al paso de los frentes nubosos, con los vientos y lluvias asociadas. Y es que en marzo, marzadas: aire frío y granizadas. Pero no es sólo eso, marzo ventoso y abril lluvioso… suelen crear una situación en que no sabe uno a qué atenerse; de ahí que cuando el tiempo muda, la cabra estornuda.

Abril sonriente, de frío mata a la gente. Y es que el invierno no es pasado, mientras abril no ha terminado. Son los últimos fríos que suelen mezclarse con las tronadas: abril tronado, viene buen verano. Por eso se suele escuchar que primavera muy lluviosa, poco triguera y muy pajosa. Es decir, las lluvias en primavera favorecen el crecimiento de las espigas de trigo, pero no del grano.

Al cruzar el sol por Aries, crecen los días y cambian los aires. Indica que con el sol en el punto Vernal de la eclíptica los días son cada vez más largos y los cambios de tiempo frecuentes al empezar la revoltosa primavera, con oscilaciones térmicas y alternativas de viento, lluvia y sol.

El tiempo marzal implica fuerte temporal. Es decir, las ráfagas intensas de alta velocidad son temidas tanto en tierra como en el mar.

Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campitos a reír. Es sin duda el refrán más bucólico sobre la primavera y se refiere a que si marzo acabó seco y soleado, luego en abril vendrán nubes y chaparrones haciendo crecer la hierba en los prados y las plantas en los sembrados con la consiguiente alergia de los campesinos.

No son solo refranes sobre el tiempo, también existen algunos que expresan gastronomía, como por ejemplo, por primavera el pescado y en invierno el estofado.

En definitiva, el clima es el eje temático de las frases populares en torno a la primavera. Todos los refranes son sabios. Y es de sabios consultarlos de vez en cuando.