Home SALUD LO QUE NOS INTERESA SABER ¿Cómo afecta la obesidad en los adultos mayores?

¿Cómo afecta la obesidad en los adultos mayores?

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La obesidad es una pandemia reconocida que ha recibido mucha atención por sus efectos negativos en la salud de la infancia. Sin embargo, existe otro grupo vulnerable, los ancianos, en el que esta enfermedad se vuelve aún más peligrosa.

Día Mundial de la Obesidad
Día Mundial de la Obesidad

La obesidad no se refiere simplemente a tener un peso corporal elevado, sino a un exceso de peso que se debe al tejido graso y no a otros tejidos como el músculo o el hueso.

Clínicamente, se define como un índice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso (en kilogramos) por la talla al cuadrado (en metros), superior a 30 kg/m2.

En el caso de los ancianos frágiles, se recomienda mantener un IMC entre 24 y 29 kg/m2, ya que un IMC inferior se ha relacionado con un mayor riesgo de mortalidad en esta población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La obesidad más peligrosa

El tejido graso acumulado en la zona abdominal (medido por un perímetro de cintura superior a 102 cm en hombres y a 88 cm en mujeres) es considerado la forma de obesidad más peligrosa debido a su asociación con un alto riesgo cardiovascular.

Esta forma de obesidad también se relaciona con la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, la elevación del colesterol y los triglicéridos plasmáticos, todos bajo el nexo común de la dificultad para la acción de la insulina.

Además, puede provocar la esteatosis hepática, una afección en la que el hígado se vuelve graso.

Estas alteraciones metabólicas pueden generar una «inflamación persistente» que aumenta el riesgo de otras enfermedades y afecta al bienestar general.

¿Cuántas enfermedades están asociadas a la obesidad?

La obesidad no solo está relacionada con alteraciones metabólicas, sino que también se asocia a otras enfermedades como el síndrome de apnea del sueño, el reflujo gastroesofágico, la insuficiencia venosa crónica, la artrosis y el riesgo aumentado de cáncer.

En las personas mayores, la obesidad puede provocar inmovilidad debido a la falta de fuerza muscular para movilizar el exceso de peso corporal, lo que se conoce como «obesidad sarcopenia».

¿Cómo prevenimos la obesidad?

El objetivo principal en la lucha contra la obesidad es la prevención.

Para lograr este objetivo, es fundamental adoptar hábitos saludables como hacer ejercicio físico moderado-intenso durante unos veinte minutos al día (como caminar a un ritmo rápido sin fatigarse) y seguir una dieta rica en verduras, cereales integrales, frutas, legumbres, frutos secos crudos, pescado, carne de ave, lácteos desnatados y aceite de oliva, evitando los azúcares refinados y la grasa saturada.

Estudios recientes demuestran que en personas con alto riesgo de desarrollar diabetes, el ejercicio físico y una dieta baja en calorías y grasas pueden retrasar la aparición de la enfermedad.

Si ya se ha detectado la obesidad, es importante actuar de manera preventiva para evitar una mayor complicación. En primer lugar, se deben evaluar los hábitos modificables para intervenir en consecuencia.

Además, es crucial detectar trastornos del comportamiento alimentario como la bulimia o los atracones, así como alteraciones del ánimo, que pueden dificultar la adherencia a las pautas recomendadas y requieren tratamiento específico.

¿Qué tratamiento se debería seguir?

  • Dieta hipocalórica (con 500 calorías menos de lo que correspondería por edad y sexo), pero no se sabe si es mejor una dieta baja en grasas o en azúcares/carbohidratos. Las dietas de perfil mediterráneo parecen aumentar la longevidad, y es importante evitar la desnutrición y las dietas con grandes desproporciones entre hidratos de carbono, grasas y proteínas.
  • Ejercicio físico, en particular el entrenamiento de resistencia progresiva.
  • Tratamiento psicológico, en especial la terapia cognitivo-conductual para modificar hábitos

Si se necesita una mayor pérdida de peso, se puede considerar

  • Tratamiento farmacológico para complementar la dieta y el ejercicio.
  • Sustitutos de comidas para reemplazar una comida principal por una fórmula comercial baja en calorías.
  • Dieta muy baja en calorías solo en casos excepcionales y supervisada.
  • Balón intragástrico para lograr una pérdida de peso adicional.
  • Cirugía de la obesidad en casos de obesidad moderada-severa con enfermedades graves asociadas y después de haber intentado otros tratamientos. Debe considerarse cuidadosamente los riesgos y beneficios.

¿Cómo es el trabajo de un nutricionista en geriátricos?

En una residencia de mayores Ballesol existe plena conciencia de que una adecuada nutrición e hidratación son fundamentales para mantener una buena salud.

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Además, sabemos que disfrutar de comidas recién preparadas también contribuye al bienestar físico y mental de nuestros residentes. Es por ello que en Ballesol prestamos una gran atención al tema de la nutrición y nos aseguramos de dedicarle toda la atención necesaria.

La nutrición en Ballesol, nos aseguramos de que la nutrición sea variada y adaptada a cada residente. Ofrecemos un menú diferente cada día y permitimos que cada residente elija sus comidas preferidas.

No solo nos enfocamos en las comidas principales, también brindamos café y pastelería por la mañana, y bebidas por la tarde, junto con una amplia variedad de frutas frescas, agua abundante, zumos y otras bebidas para asegurar una buena hidratación, lo que es fundamental en la vida de nuestros residentes.

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