Independientemente de la edad, desde Ballesol —residencias de mayores y apartamentos tutelados Suites Senior— nos aconsejan y alertan sobre cómo podemos prevenir el cáncer de piel, un problema de salud que debemos tener presente durante todo el año, pero especialmente en los meses de mayor exposición solar.
Cada 13 de junio se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Piel, una fecha que nos recuerda la importancia de protegernos frente a esta enfermedad que afecta cada año a millones de personas en todo el mundo, siendo uno de los tipos de cáncer más frecuentes.
El cáncer de piel es causado principalmente por la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol, que dañan las células cutáneas. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, puede prevenirse adoptando hábitos saludables y medidas de protección desde edades tempranas.
Consejos para prevenir el cáncer de piel
1. Mantenernos hidratados y beber mucha agua
La hidratación es clave para el buen estado de la piel. Beber agua con frecuencia nos ayuda a mantener la piel elástica, sana y con capacidad para regenerarse frente a las agresiones externas, como el sol y el calor. En especial en personas mayores, es fundamental recordar que la sensación de sed puede disminuir, por lo que conviene establecer rutinas de hidratación a lo largo del día.
2. Utilizar crema de protección solar, cacao para los labios y gafas de sol
Aplicar crema de protección solar con un factor adecuado para nuestro tipo de piel es una de las barreras más eficaces frente a los efectos nocivos del sol. No debemos olvidar zonas como las orejas, el cuello, el dorso de las manos y los pies. Los labios también necesitan protección: un cacao con filtro solar los mantendrá hidratados y a salvo de quemaduras. Y, por supuesto, las gafas de sol nos protegen los ojos y la delicada piel que los rodea.
3. Evitar exponernos al sol en horas centrales
Los rayos solares son más intensos y dañinos entre las 12:00 y las 16:00 horas, por lo que es preferible buscar la sombra o permanecer en interiores durante ese intervalo. Si es necesario salir, debemos extremar las precauciones y reforzar el uso de protector solar y complementos como gorras o sombreros.
4. Utilizar gorras y sombreros
El uso de gorras y sombreros nos ayuda a proteger el rostro, el cuero cabelludo y el cuello, que son áreas especialmente sensibles y expuestas al sol. Además, estos accesorios contribuyen a reducir el riesgo de insolación y golpes de calor, algo especialmente importante en las personas mayores.
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