Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Esclerosis Múltiple afecta a 47.000 personas en nuestro país, 700.000 personas en Europa y 2.5 millones en el mundo.
Lamentablemente, la Esclerosis Múltiple es una enfermedad poco conocida entre la población en general, lo que hace mucho más compleja su aceptación, dando lugar a un desconocimiento tal que se generan muchos falsos mitos e ideas equivocadas de la enfermedad.
Cada 18 de diciembre se celebra en nuestro país un día especialmente dedicado a esta enfermedad.
No sólo este día, todos los días del año las asociaciones -como la Asociación Española de Esclerosis Múltiple (AEDEM-COCEMFE) y sus 46 organismos miembros- dedican sus esfuerzos para el conocimiento de esta enfermedad y sus consecuencias.
Pero, a pesar de estos esfuerzos, la sociedad continúa poco informada y se ha creado una imagen equívoca de la enfermedad, repasamos algunos de los mitos:
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad mortal
En casos muy extremos, la EM puede ser fatídica y terminal, pero en la mayoría de los casos, las personas con EM llevan una vida «normal», similar a la de cualquier otra persona con cualquier otra de enfermedad crónica de este tipo.
Como es una enfermedad degenerativa, las personas con Esclerosis están condenadas a una silla de ruedas.
No todas las personas con EM necesitarán una silla de ruedas, especialmente aquellos que empezaron un tratamiento de inicio temprano.
Cuando el diagnostico de la Esclerosis se produce en una persona de edad avanzada, es totalmente distinto a cuando se produce en una persona joven.
¿Cómo afecta la Esclerosis Múltiple a las personas mayores?
Una mujer con esta enfermedad no puede tener hijos.
La EM no supone ningún impedimento a la hora de tener hijos, pero, como cualquier otra enfermedad, se debe llevar un seguimiento más exhaustivo y una planificación adecuada de las medicinas que se van a ingerir durante el embarazo.
No existe tratamiento para esta enfermedad, porque es crónica.
Aunque se trata de una enfermedad sin cura conocida hasta ahora, sí existen diferentes tratamientos para ella, especialmente para gestionar los síntomas y la progresión de la discapacidad.
Según el tipo de EM que se tenga y la condición de cada persona, se puede optar por un tratamiento farmacológico o/y por ejercicios de rehabilitación.
Esta enfermedad afecta a todas las personas de la misma manera
Cada persona puede experimentar síntomas diferentes en diferentes momentos y el impacto de dichos síntomas puede variar dependiendo de la edad, de otras enfermedades, etc.
Una persona con EM no debería hacer ejercicio
El ejercicio habitual y moderado puede ayudar a aliviar muchos síntomas de la EM, como los dolores físicos que provoca.
Además, el ejercicio es bueno para nuestra salud y bienestar general, por lo que siempre beneficia.
Véase también: ¿Es peligrosa la disfagia en las personas mayores?