¿Cuáles son las principales complicaciones en los pies de las personas mayores asociadas al envejecimiento?
Con los años las personas van perdiendo vigor físico; la musculatura va perdiendo fuerza y esto hace que los huesos del pie sufran el efecto de la fuerza de la gravedad con mayor ímpetu. Ello genera una pérdida del arco plantar y un ensanchamiento del pie que se va a traducir en la aparición de juanetes y dedos en garra, y que causa una situación de dolor y de inestabilidad no sólo para el pie, sino además para el resto del aparato locomotor.
¿Qué otras alteraciones podológicas puede sufrir una persona mayor?
Las propias del deterioro general: es decir las de tipo endocrino, diabetes e hiperuricemia; las vasculares con insuficiencia en la circulación de retorno, varices, claudicación circulatoria. Desde el punto dermatológico, la aparición de piel fina y seca hace que ésta sea más propensa a las heridas por roce o traumas directos. No hay que olvidar la aparición de uñas groseras y el encarnamiento de las mismas, la aparición de callos y durezas debido a la pérdida de tejido subcutáneo y la pérdida de colágeno, etc.
“Los pies no sólo sufren con la edad, también por los efectos de enfermedades congénitas o por el estrés”.
¿Qué factores predisponen a la aparición de estos problemas?
El propio envejecimiento y el haber trabajado largo tiempo en situación bípeda.
¿Cómo se diagnostican estas lesiones correctamente?
Con un buen estudio podológico regular, visitando al podólogo al menos una vez cada tres meses. En este sentido, cabe destacar la importancia del análisis computerizado de la huella plantar a la hora de evaluar los diferentes trastornos en cuanto al apoyo del pie sobre el suelo y su posible corrección mediante la utilización de plantillas personalizadas. Ahora bien, las plantillas siempre tienen que ser personalizadas, ya que no existen dos pies iguales. En nuestro centro, obtenemos un molde de escayola “en carga” con el cual confeccionamos las plantillas de material termomoldeable y adaptado a las diferentes necesidades podológicas.
¿Cuáles son los tratamientos indicados para cada uno de estos problemas? ¿qué tratamientos existen para cada caso: farmacológicos, fisioterapia, posturales…?
En el pie encontramos todos y cada uno de los problemas de índole médico, por tanto el cuidado y tratamiento de las diversas patologías del pie es de ámbito multidisciplinar. Es decir, va a abarcar a todos los profesionales de la salud: médico generalista, podólogo, fisioterapeuta…
¿Existe alguna manera de prevenirlos? ¿cómo y desde qué edad? ¿qué recomendaciones se pueden hacer?
La prevención es sin duda el mejor argumento. Empezando por una dieta equilibrada, una buena hidratación, la realización de ejercicio moderado, andar al menos una hora diaria, la utilización de calzado fisiológico, mejor calzado deportivo tipo running, medias o calcetines de compresión que favorezcan el retorno venoso, colocar las piernas en alto, por encima de la cadera, hidratar correctamente la piel mediante urea, el lavado diario del pie con agua tibia y masaje ascendente, el corte correcto de las uñas evitando aristas y limando sus bordes, etc.
¿Existe alguna relación entre determinadas enfermedades características de los ancianos, como la osteoporosis, y los problemas en los pies?
Las deformidades del pie a menudo van a provocar dolores e incapacidad funcional, y ésta lógicamente se va a traducir en una disminución de la actividad física y por tanto en un incremento de la osteoporosis.
¿Qué zona o zonas de los pies son las más afectadas?
Los problemas de los pies van a afectar de una manera directa sobre la rodillas, con la aparición de patología meniscal y artrósica
¿Qué zona o zonas de los pies son las más afectadas?
Normalmente la región metatarsal, por ser la responsable del despegue del pie sobre el suelo
¿Causan dolor ese tipo de problemas en los pies? ¿qué tipo de sintomatología presenta?
El dolor metatarsal es muy frecuente en nuestros mayores, sobre todo en mujeres que han abusado de zapatos de tacón y puntera estrecha. Es un dolor molesto que a menudo requiere la confección de soportes plantares, prótesis de silicona e incluso de cirugía.
¿Las lesiones en los pies pueden estar asociadas con lesiones o fracturas vertebrales?
Los problemas de los pies van a afectar de una manera directa sobre la rodillas, con la aparición de patología meniscal y artrósica, a nivel de cadera y columna vertebral, con la aparición de sobrecargas e incluso de hernias discales.
]“Los problemas de los pies van a afectar de unamanera directa sobre las rodillas con la aparición de patología meniscal y artrósica”
¿Existe relación entre el consumo de medicamentos y el riesgo de sufrir más lesiones en los pies?
Sí, pero sólo cuando estos medicamentos ejerzan un efecto de deterioro genérico sobre el organismo.
¿Y hay alguna relación entre la práctica de deporte y las lesiones en los pies? ¿qué tipo de deporte se recomienda y con qué intensidad?
El deporte competitivo no suele ser sinónimo de salud, por el desgaste y sobrecargas que conlleva. Lo realmente beneficioso es la realización de ejercicio físico saludable, andar, nadar, pilates, yoga, musculación moderada, etc.
En cuanto al calzado, diferente en hombres y mujeres, ¿cuál es el más recomendable? ¿qué tipo de problemas nos podemos evitar con un calzado adecuado?
El calzado fisiológico es el que permite el movimiento de los dedos, no oprimiendo ninguna de sus estructuras, con buena transpiración, con cordones o velcro, suela de goma y tacón de 2 ó 3 cm de altura.
En el caso de las mujeres, ¿son buenos los tacones?
Los tacones son muy perniciosos, ya que obligan a modificar la posición tanto de rodillas como de columna lumbar, que provoca que el pie tenga que adoptar una posición equina con gran oblicuidad de los metatarsianos, y obliga a quien los utiliza a realizar pasos cortos e inestables, con la consiguiente incidencia de esguinces de tobillo. No hay que olvidar la potencial incompatibilidad entre anatomía y el calzado moderno, con un aumento del tacón, dureza de la suela y la forma puntiaguda, entre otras características, que hace que haya aumentado el número de personas que sufren por sus pies, con predominio del sexo femenino.
Dolor y peor calidad de vida
Sería interminable hablar de todos los procesos que inciden sobre los pies. Con el paso de los años se produce una atrofia en el talón que condiciona un apoyo; una disminución de la movilidad de las articulaciones y una atrofia muscular. En ocasiones, el pie puede ser el origen de síntomas y complicaciones como la gota, artrosis, artritis reumatoide; enfermedades cardiovasculares como, insuficiencia cardiaca; enfermedades endocrino-metabólicas como, insuficiencia renal crónica, hipotiroidismo, o diabetes, etc.
El pie, con los años y con el uso, sufre alteraciones propias como infecciones como verrugas plantares o micosis, hasta hiperqueratosis (microtraumatismos repetidos por una hiperpresión intermitente o el roce del calzado). Son los callos, que se localizan en el dorso de los dedos de los pies. Los callos son dolorosos, pequeños, y no suelen desaparecer espontáneamente al eliminar el agente causal, que suele ser el roce, aunque debe haber una predisposición. O la dureza o callosidad, que consiste en una acumulación de células muertas epiteliales que, aunque pueden aparecer en cualquier localización, sobre todo están en la zona plantar a nivel del talón y cabeza del primer y quinto metatarsianos. Se produce por el uso continuo de tacón o alteraciones en los dedos que ocasiona un zapato de punta estrecha, que obliga a los dedos al roce constante de unos contra otros al caminar y también por el uso de tacón alto.
«La prevención es muy importante, empezando por una buena alimentación»
En los dedos de los pies de las personas mayores son frecuentes los juanetes; el “dedo en martillo”, que engloba distintos tipos de deformidades como, el “dedo en garra”, “en cuello de cisne”, etc.; pies planos, asociadas en el anciano con alteraciones de la extremidad inferior secundarias a sobrepeso o a artritis reumatoide o a fracturas; pie cavo, que se origina en el anciano por una sobrecarga; alteraciones de las uñas como uñas encarnadas, uñas hipertróficas u onicomicosis como tiñas o cándidas.
Todas estas alteraciones dejan su marca sobre los pies del anciano, en forma de una amplia morbilidad, discapacidad funcional con limitación de la actividad, disconfort, dolor y limitación de su calidad de vida.