La señal silenciosa en tu estómago que podría anticipar el alzhéimer

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estómago y el alzhéimer

Aunque durante años se ha pensado en el alzhéimer como una enfermedad neurológica, la ciencia comienza a mirar hacia el sistema digestivo en busca de respuestas. Un nuevo estudio publicado en la revista Brain ha identificado un posible vínculo entre ciertos desequilibrios intestinales y la aparición temprana del alzhéimer. Esta conexión se da a través del llamado eje intestino-cerebro, una red de comunicación compleja entre ambos órganos.

El descubrimiento más llamativo ha sido la detección de un perfil inflamatorio específico en personas con riesgo de desarrollar esta enfermedad, vinculado a su microbiota intestinal. Según explican los investigadores, ciertos microorganismos podrían influir en la inflamación sistémica, afectando al cerebro y provocando un deterioro cognitivo paulatino.

¿Cómo puede ayudar la microbiota a anticipar el alzhéimer?

La microbiota intestinal está formada por billones de bacterias que cumplen funciones clave: desde la digestión hasta la regulación del sistema inmunitario. Su desequilibrio, conocido como disbiosis, se ha relacionado con enfermedades como la diabetes tipo 2, la depresión… y ahora también con el alzhéimer.

En este nuevo enfoque, se analizan marcadores inflamatorios presentes en sangre y patrones específicos de microbiota que podrían alertar sobre un futuro diagnóstico. Lo más interesante es que esta señal puede aparecer años antes de que se manifiesten los primeros síntomas cognitivos.

Esto abre la puerta a nuevas estrategias de prevención y detección precoz, como pruebas de sangre rutinarias o intervenciones basadas en la alimentación y probióticos.

“Detectar el alzhéimer antes de que se presenten los síntomas puede cambiar radicalmente el abordaje de la enfermedad”

Explican los autores del estudio publicado en Brain.

¿Qué puedo hacer para cuidar mi salud intestinal?

Aunque no existe aún una cura definitiva para el alzhéimer, lo que sí está en nuestra mano es adoptar hábitos que favorezcan una microbiota saludable. Algunos consejos incluyen:

  • Incluir alimentos ricos en fibra: verduras, legumbres, frutas…
  • Consumir probióticos naturales (yogur, kéfir, chucrut…)
  • Reducir el consumo de ultraprocesados
  • Dormir bien y mantener niveles bajos de estrés
  • Realizar actividad física de forma regular

Estos cuidados no solo benefician al intestino, sino que también protegen el cerebro.

¿Qué implicaciones tiene este hallazgo para las personas mayores con alzhéimer?

En el caso de las personas mayores, cuidar la salud digestiva puede convertirse en una herramienta clave para preservar su autonomía. Desde Ballesol, donde la atención geriátrica es integral y personalizada, se presta especial atención a la alimentación para personas mayores, un aspecto esencial para el bienestar físico y mental de cada residente.

En cada residencia de mayores Ballesol, la salud digestiva forma parte de los cuidados especializados, integrando planes nutricionales específicos y supervisión constante por parte de personal médico y dietistas. Porque sabemos que, muchas veces, el bienestar comienza donde no se ve.

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