OSTEOPOROSIS

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CUANDO LOS HUESOS SE HACEN MÁS FRÁGILES

La prevención y la vida saludable reducen el riesgo de osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad del esqueleto reflejada en una mayor fragilidad ósea, ocasionando un mayor riesgo de fracturas, especialmente de cadera y muñeca. En España, aproximadamente 2 millones de mujeres y 500.000 varones sufren osteoporosis en la columna lumbar o en el cuello del fémur; es decir, casi un 13% de la población femenina y un poco más del 4% de la masculina. En España se producen cada año en torno a 350.000 fracturas osteoporóticas.

La osteoporosis afecta en mayor medida a personas mayores de 50 años. Para el doctor José Antonio Blázquez Cabrera, coordinador del Grupo de Trabajo de Osteoporosis de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), “la prevención debe empezar en la infancia, manteniendo unos hábitos de vida saludables”. Este especialista del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete también advierte del carácter genético de la osteoporosis.

¿Cuáles son las causas más habituales de padecer osteoporosis?

Existen tres tipos de factores determinantes de la osteoporosis. En primer lugar, el sexo femenino. En segundo lugar, la genética, ya que como en tantas otras enfermedades, hay una predisposición en algunas personas desde que nacen, hacia este trastorno. Y, en tercer lugar, la edad: la osteoporosis es un padecimiento sobre todo de la edad senil.

¿Qué factores predisponen la aparición de la osteoporosis?

Junto a estas causas fundamentales hay otros factores, como los ambientales, o también la escasa toma de lácteos, la delgadez, la práctica de poco ejercicio físico, una baja exposición al sol y el tabaquismo, son todos ellos factores que aceleran la osteoporosis, sobre todo cuando confluyen varios en una misma persona. Asimismo, hay determinadas enfermedades (inflamatorias, endocrino-metabólicas…) y algunos medicamentos (como los corticoides), que favorecen la osteoporosis.

Todos los referidos anteriormente, y algunos más, se consideran factores de riesgo de fractura.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?

Mediante una densitometría ósea, que es una prueba, similar a una radiografía, totalmente inocua.

¿A partir de qué edades se debe hacer una densitometría ósea?

La indicación de la densitometría ósea para la valoración de osteoporosis debe plantearse de manera individualizada, identificando aquellas personas que presenten un mayor número de factores de riesgo de fractura y que puedan beneficiarse más de la prueba. En líneas generales, la densitometría estaría indicada en mujeres postmenopáusicas con factores de riesgo importantes y, a partir de los 65 años, cuando concurran otros factores de riesgo menos potentes.

¿En qué consiste la intervención terapéutica basada en FRAX?

Ya nos hemos referido con anterioridad a los factores de riesgo de fractura. El FRAX es una herramienta de cálculo de riesgo de tener una fractura en los 10 años siguiente, basada en el número de factores de riesgo que concurran en esa persona. Para ello se han seleccionado los factores de riesgo de fractura más importantes (antecedentes de fractura en los padres, antecedente de haber sufrido una fractura esa persona, tratamiento con corticoides, menopausia precoz –antes de los 45 años-, etc. ) En función de que la persona tenga uno o más de esos factores, nos dará un porcentaje de riesgo de fractura a 10 años. Con ese dato, podemos, bien poner tratamiento para la osteoporosis directamente o bien solicitar una densitometría ósea, con lo cual el cálculo será más completo o ajustado.

¿Causa dolor la osteoporosis? ¿Qué tipo de sintomatología presenta?

La osteoporosis en sí no causa dolor, salvo cuando ya se produce la fractura. Ésta puede ocurrir en cualquier hueso del esqueleto, pero las dos principales son la fractura de cadera y la fractura vertebral. La fractura de cadera tiene una repercusión importante por el dolor, discapacidad y las complicaciones agudas y descompensación de otras patologías, tan habituales en los pacientes ancianos. La fractura vertebral es la más frecuente, aunque en muchas ocasiones no se diagnostica. Es causa de dolor de espalda y dolor lumbar; también produce deformidad torácica en forma de cifosis (encorvamiento), que deteriora la calidad de vida del paciente y puede dificultar la función respiratoria.

¿Cuál es su incidencia en las personas mayores? ¿Es más frecuente en mujeres que varones?

La osteoporosis es un trastorno degenerativo. Por tanto, la prevalencia en las personas mayores es muy elevada; más del 50% de las mujeres mayores de 70 años tienen osteoporosis. En los varones, el porcentaje es bastante más bajo (aproximadamente la cuarta parte que en las mujeres). La causa fundamental de que la osteoporosis tenga un predominio en las mujeres es la falta de hormonas sexuales femeninas (estrógenos) a partir de la menopausia. Los estrógenos son esenciales para que se mantenga un metabolismo óseo equilibrado. La ausencia de éstos hace que se produzca un incremento de la destrucción ósea frente a la formación de hueso nuevo, lo que conduce a la osteoporosis. De ahí que las mujeres con menopausia adelantada tengan más riesgo de padecer este problema.

¿Qué tipos de Osteoporosis existen?

La osteoporosis postmenopáusica-senil y osteoporosis del varón, consideradas como osteoporosis primaria, para diferenciarlas de la osteoporosis secundaria a otras enfermedades o medicamentos, y que ocurren tanto en mujeres como en varones.

¿Qué es el proyecto Registro de Osteoporosis (ROPE? ¿Con qué fin se ha diseñado?

Se trata de un proyecto sobre el que estamos trabajando, pero que aún no se ha puesto en marcha. El objetivo principal del Registro de Osteoporosis es hacer muestreo amplio que incluya a pacientes con osteoporosis procedentes de consultas de Medicina Interna de centros de toda España. Ello nos permitirá obtener datos epidemiológicos sobre la osteoporosis en nuestro medio: tipo de pacientes que vemos y su manejo, así como los problemas en dicho manejo y cómo resolverlos. En definitiva, mejorará el conocimiento sobre la osteoporosis en la práctica clínica habitual en Medicina Interna. Por supuesto, como todas las bases de datos sobre cualquier patología, será anónima; en ningún sitio aparecerá la identidad de los pacientes.

¿Qué tratamientos existen para la osteoporosis?

En primer lugar, hay que dar un aporte adecuado de calcio (en forma de lácteos o bien con medicación) y de vitamina D. Junto con ello, cuando es preciso, se administra alguno de los medicamentos “activos” contra la osteoporosis. Éstos son fundamentalmente de dos tipos: los que frenan la destrucción o pérdida de masa ósea, como los bisfosfonatos -los más utilizados- y el raloxifeno, y los que estimulan la formación ósea, más recientes, como la hormona paratiroidea. A éstos se une el ranelato de estroncio, con un efecto mixto.

¿Cómo se tratan las fracturas vertebrales asociadas a osteoporosis?

Mediante reposo, analgésicos y una serie de medidas que indican los médicos de Fisioterapia-Rehabilitación, entre la cuales, en muchas ocasiones, está un corsé. En determinados casos, está indicada la realización de una cifoplastia o vertebroplastia, un tipo de intervención que consiste en inyectar un cemento en la vértebra aplastada para reexpandirla y disminuir el dolor.

¿Qué se puede hacer para prevenir la osteoporosis?

Como tantos otros problemas, la prevención comienza en la infancia y la juventud, con una dieta variada, rica en lácteos, ejercicio, no fumar, no beber alcohol en exceso y tomar el sol en cantidad suficientes, con prudencia. Estas mismas medidas valen para toda la vida, adaptadas lógicamente a cada edad.

¿Por qué es importante la vitamina D en el tratamiento de la osteoporosis?

Es imprescindible para que se absorba bien el calcio y se fije a los huesos. Además, se ha demostrado que unos buenos niveles de vitamina D ayudan a mantener la fuerza muscular y la coordinación motora y, por tanto, previene las caídas y consecuentemente las fracturas.

¿Qué tipo de fracturas son las más frecuentes en las personas mayores con osteoporosis?

La fractura de muñeca, vertebral y de cadera. La primera ocurre a partir de los 50-55 años. La fractura vertebral a partir de los 70, y la fractura de cadera sobre todo desde los 75-80 años en adelante.

¿Qué tratamientos existen para las fracturas de cadera y muñecas en los mayores y cómo debe ser la recuperación?

La fractura de muñeca se trata mediante inmovilización (escayola). La fractura de cadera, mediante intervención quirúrgica, en forma de fijación o prótesis total. En ambos casos es fundamental la rehabilitación, cuyo plan será diseñado por los especialistas de Fisioterapia-Rehabilitación.

Probablemente el mejor sitio para recuperarse tras el hospital es una residencia para personas mayores especializada en estos tratamientos post hospitalarios o de recuperación de fractura de cadera y otras, como las Residencias Geriátricas Ballesol.

Las caídas son una de las principales causas de estas fracturas. ¿Predispone la osteoporosis a estas caídas? ¿cómo se pueden prevenir?

La osteoporosis en sí no predispone a las caídas, pero sí una deficiente fuerza muscular y coordinación motora (consecuencia de la falta de vitamina D). Además, están la torpeza motivada por algunos medicamentos como los sedantes, las “bajadas de tensión arterial”, que ocurren en determinadas circunstancias, propiciadas por los medicamentos antihipertensivos, los pacientes que tienen alguna parálisis u otro problema neurológico, la falta de visión, etc. Cada uno de estos problemas requiere una solución médica específica.

Otro apartado muy importante son las caídas motivadas por elementos del hogar: alfombras, superficies resbaladizas, etc., que hay que tratar de evitar.

La causa fundamental de que la osteoporosis tenga un predominio en las mujeres es la falta de hormonas sexuales femeninas (estrógenos) a partir de la menopausia.

¿Existe relación entre el consumo de medicamentos y el riesgo de fracturas osteoporóticas?

Sí por lo explicado anteriormente. A ello hay que añadir que otros medicamentos que propician la osteoporosis son algunos tratamientos para el cáncer en general y el cáncer de mama y de próstata, específicamente, los fármacos para los trasplantes de órganos, los antiepilépticos y otros cuyo efecto en ese aspecto se conoce más recientemente, como son algunos antidepresivos y los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol y similares). De todas formas, en cada caso, hay que evaluar la relación riesgo-beneficio. Por supuesto, que los pacientes deben continuar con dichos tratamientos siempre que estén bien indicados y secundariamente, administrar medidas para la osteoporosis, si son necesarias.


La Asociación Reumatológica Española apuesta fortalecer la salud ósea de la siguiente manera:

  • Camine entre 30 y 60 minutos a diario
  • Tome el sol, al menos 30 minutos cada día, si puede ser todo el año y sobre todo en verano.
  • Ingiera productos lácteos en cantidades suficientes, pero mejor que sean desnatados.
  • Realice ejercicio físico de manera regular (preferiblemente de carga o de extensión), pero evitando hacer flexiones. Cada mañana, después de levantarse, haga unos ligeros ejercicios de estiramiento de brazos, piernas y tronco.
  • Disminuya el riesgo de sufrir caídas y accidentes (evite caminar por suelos resbaladizos, elimine posibles obstáculos, lleve un calzado adecuado y gafas bien graduadas…).
  • Evite asientos blandos y utilice el apoyo de brazos y almohada detrás de la zona lumbar.
  • No levante pesos. Si es preciso hacerlo, flexione las rodillas, pero no la espalda.
  • Duerma en una cama plana y firme, con una almohada baja. Levántese de la cama suavemente, de costado, dejando caer las piernas, y enderece el tronco con la ayuda de los brazos.
  • Si nota un dolor fuerte de espalda, guarde reposo en la cama, suspenda el ejercicio físico y si es preciso acuda al médico.