Hoy, 17 de octubre, se celebra el Día Mundial contra el dolor, por ello, te contamos como afecta a la calidad de vida de quienes sufren de dolor crónico…


una de cada seis personas en España sufre de dolor crónico
¿Qué es el dolor crónico?
El concepto puede ser poco claro para el público, ya que la mayoría de la gente, por no decir toda, ha sentido dolor alguna vez y no le da tanta importancia. Pero el dolor es un fenómeno individual complejo que incluye aspectos sensoriales, emocionales y sociales.
Hay que entender que un mismo dolor no se vive de la misma forma por diferentes pacientes. El elemento subjetivo del dolor lo convierte en el síntoma más frecuente y al mismo tiempo más difícil de medir en la evaluación del estado de salud.
Tipos de dolor crónico
- Dolor crónico primario: Es una condición que se presenta por alteraciones funcionales o estrés emocional que no tienen una causa identificable y que constituye una enfermedad por sí misma. Tiene un origen complejo que puede involucrar factores biológicos, psicológicos o sociales.
- Dolor crónico o síntomas secundarios a una condición clínica subyacente: originados por cirugía, traumatismo, cáncer, daño nervioso o visceral, cefalea o dolor musculoesquelético.
¿Qué síntomas puede tener?
El tipo de dolor determina los síntomas y varía según la causa:
- Musculoesquelético: el dolor que proviene de los músculos, tendones o huesos suele ser intenso y punzante, que se agrava con el ejercicio y la actividad física
- Sistema visceral: suele relacionarse con síntomas poco claros, como dolor sordo y profundo, a menudo acompañado de náuseas, sudoración, mareos y dificultad para orinar.
- Sistema nervioso: se caracteriza por dolor, hormigueo, entumecimiento o sensación de corriente eléctrica debido a lesión directa de uno o más nervios, con síntomas como pérdida de sensibilidad y/o pérdida de fuerza.
Tratamientos para el dolor crónico
El dolor no siempre es curable, pero hay diferentes formas de tratarlo:
- Terapia con medicamentos: se basa en el uso de fármacos según el nivel de dolor, siguiendo el modelo de la OMS. Hay fármacos para dolor leve, moderado y severo.
- Terapia intervencionista: También llamado operación, se realiza en una unidad especializada de dolor, cuando los medicamentos no son suficientes o causan efectos adversos, es un tratamiento del dolor localizado que se hace a través de la piel, que es seguro y muy eficaz, y que se suele hacer con anestesia local y sin ingreso hospitalario.
- Técnicas complementarias: Estas técnicas integradoras para el alivio del dolor pueden ser, la acupuntura, la fisioterapia, la terapia ocupacional, el Reiki o la neuroestimulación eléctrica transcutánea.
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