El sentido de Las emociones

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Hoy en día se habla mucho de la estimulación sensorial y sus beneficios en las diferentes etapas del desarrollo humano. Sin embargo, muchas civilizaciones antiguas (Antiguo Egipto, celtas, romanos, culturas orientales…) utilizaban este sistema para lograr diferentes grados de relajación y/o activación sensorial.


La estimulación sensorial se basa en la suma de diferentes estímulos (táctiles, visuales, olfativos, auditivos y gustativos) para conseguir el bienestar de la persona.
El modelo Snoezelen surge en Holanda a finales de los años 70 de la mano de Ad Verheul y Jan Hulsegge. Un espacio Snoezelen está dedicado a la relajación y/o las actividades donde la estimulación puede ser controlada, dirigida, intensificada, reducida, presentada en combinación o sola, planificada para la estimulación pasiva o activa y donde se trabajan la motivación,  relajación,  y las necesidades específicas e intereses de la persona.  Según este modelo, existen tres tipos de salas: blanca, oscura y aventura. Los tipos de sala no dependen de los colores o elementos utilizados en su diseño, sino de los objetivos concretos que se quieren alcanzar en cada sesión.

En este proyecto hemos optado por la sala blanca, que tiene por objetivo  alcanzar la relajación y la estimulación sensorial aportando seguridad, y confort. Este tipo de salas no son espacios estandarizados, es decir, no emplean todos los mismos elementos, por lo que probablemente no existan dos salas iguales. Este programa nace para complementar la estimulación cognitiva tradicional con otro tipo de estimulación más sensitiva y emocional. Además, hemos incorporado a este modelo actividades específicas para enfermos de Parkinson y deterioro cognitivo muy severo. La sala se ha diseñado para que la utilicen los departamentos de Terapia Ocupacional, Psicología y Animación Sociocultural.

La terapeuta ocupacional de Ballesol Mirasierra, Marta Martín, trabaja en la sala con los residentes que presentan deterioro cognitivo muy grave y con escasas respuestas a estímulos directos. Es importante tener en cuenta que estos pacientes continúan teniendo necesidades psicosociales. Como ella misma comenta, los principales problemas que encuentra con este tipo de pacientes es el aislamiento que en ocasiones sufren y que con esta intervención trata de paliar.
La terapeuta ocupacional del centro trabaja la estimulación sensorial incluyendo diferentes estímulos que favorecen la conexión del residente con su entorno. Para ello utiliza diferentes terapias combinándolas según las necesidades y características de cada persona: movilizaciones pasivas, aromaterapia, musicoterapia, estimulación visual, etc.

El sentido del tacto está sumamente infravalorado, sin embargo las caricias y el contacto físico son imprescindibles para una buena salud física y mental, además de ser, en algunos casos, la única forma de comunicación con el residente, por eso se utilizan las movilizaciones pasivas cuyo objetivo es reducir la ansiedad y favorecer el bienestar del residente. Estas movilizaciones pasivas se complementan con el uso de aromaterapia (aceites esenciales de determinadas plantas). Los aceites que estamos usando actualmente son: mandarina: que ayuda a calmar y relajar; romero: es estimulante y reconfortante; pino: se utiliza para articulaciones desgastadas y rigideces; menta: ayuda a las defensas naturales del cuerpo.

La suma de todos estos estímulos ayuda a los residentes a relajarse, proporcionando un momento de bienestar. y de conexión con el entorno. Hasta la fecha se han observado respuestas positivas a este tratamiento (sonrisas, respuestas verbales, visuales, etc.).
Como explica la psicóloga del centro Estebana Sánchez Garay, “desde el departamento de psicología se desarrolla la intervención con el grupo de residentes que presentan deterioro cognitivo moderado y leve. Se lleva a cabo una estimulación de todos los sentidos y se favorece el desarrollo de emociones positivas mediante la presentación de estímulos controlados, como por ejemplo, fragancias familiares en el caso de estimulación olfativa”. El principal objetivo no es que los residentes averigüen de qué estímulo se trata, sino de provocar un despertar sensorial, favoreciendo el recuerdo de vivencias agradables y positivas. Esto se ha podido comprobar en la experiencia de una residente que en una sesión -tras oler determinada fragancia- recordó el lugar donde solía veranear con sus amigos de juventud. Se trata, en definitiva, de favorecer un estado emocional óptimo del residente._MG_8234

Desde el departamento de TASOC, Daniel Cerrato explica que se interviene con residentes sin deterioro cognitivo desde la perspectiva social y cultural, así como desde el ámbito concreto del ocio y tiempo libre. Los objetivos en esta intervención son:

  • Gozar de un espacio específico facilitador de tranquilidad y paz dentro del Centro.
  • Disfrutar de una actividad en grupo pequeño, donde la calidad de la interacción con otras personas –residentes, familiares, profesionales– aumenta, ya que, como máximo, los grupos de intervención están formados por cuatro personas.
  • Diversificar la oferta socio-cultural del centro mediante actividades de estimulación sensorial en la Sala Snoezelen.

En este sentido, algunas de las actividades que realiza el departamento de TASOC, son: Bingos sensoriales, Sesiones “Conoce” sobre  Arte, Literatura…, Sesiones de Meditación,  Viajes multisensoriales exóticos, etc. La buena acogida que están teniendo estas actividades entre los residentes transmite en ellos sensaciones diversas, pero tan agradables como  “Recordar la sensación de una playa”, “la tranquilidad escogida” , “la complicidad del cuerpo y la mente”, reflexiones que comparten con la felicidad como testigo.