La fisioterapia y la rehabilitación son dos conceptos distintos que suelen confundirse, cada uno es un tratamiento concreto para una situación específica.
Podríamos decir que la fisioterapia se encargar principalmente de la recuperación física, ofreciendo tratamientos terapéuticos para diagnosticar, prevenir y tratar múltiples dolencias.
Cada 8 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Fisioterapia, una fecha promovida en 1996 por la Confederación Mundial de Fisioterapia.
Sin embargo, cuando hablamos de rehabilitación, se trata de un trabajo integral en el cual interviene todo un equipo multidisciplinar, como la fisioterapia, la logopedia, la terapia ocupacional, la psicología, etc. y se encarga de ayudar a recobrar la condición o el estado que el paciente ha perdido a causa de una enfermedad u otro tipo de estado de salud.
Ambas deben ser complementarias e imprescindibles para lograr un correcto abordaje de las dolencias, sobre todo cuando se alargan en el tiempo y llegan a ser crónicas.
Un trabajo coordinado de médicos rehabilitadores y de fisioterapeutas especializados permitirá, por un lado, tratar de disminuir el dolor y por otro, tratar de controlar lo que lo ha originado.
Fisioterapia y rehabilitación en centros residenciales
Una buena parte de las personas que pueden necesitar este tipo de tratamientos son las personas mayores.
Conforme envejecemos vamos perdiendo capacidades físicas imprescindibles como pueden ser la visión o el equilibrio, dando lugar, en personas de edad avanzada, a caídas u otros accidentes que pueden conllevar dolencias temporales o incluso la necesidad de intervenciones quirúrgicas.
Tras estas intervenciones resulta imprescindible la correcta recuperación del paciente y, en ocasiones, se imposibilita su atención en un domicilio, por carecer de los elementos adaptados que serían necesarios para su día a día.
Las residencias de ancianos, con entornos asistenciales adaptados a cada persona y con todo un equipo multidisciplinar de expertos a disposición del paciente, pueden ser una buena opción para considerar, tanto para estancias temporales como permanentes.
Concretamente, en las residencias para mayores de Ballesol se realiza una valoración integral de la persona en el momento de su ingreso, con el fin de establecer una valoración muscular, articular y del dolor, así como también de su marcha y equilibrio.
El correcto tratamiento dependerá de la coordinación de todo el equipo y del trabajo interdisciplinar en torno al residente/paciente.
En Ballesol, se lleva a cabo una rehabilitación traumatológica para la recuperación de una fractura de cadera, húmero, muñeca, aplastamientos vertebrales y artroplastia de cadera y rodilla, aplicando tratamientos específicos en cada caso, encaminados a recuperar la máxima movilidad y la independencia a la hora de realizar las actividades de la vida diaria.
En definitiva, una valoración y abordaje geriátrico integral que contempla, no solo aspectos rehabilitadores, sino también los síndromes geriátricos asociados, como el riesgo de caídas o el dolor, optimizando, a su vez, la medicación, evitando un uso excesivo o innecesario de medicamentos.
Además, Ballesol pone a tu disposición otro tipo de estancias temporales, como pueden ser el cuidado de personas con Alzheimer u otras demencias, respiro familiar o la recuperación de Ictus.
Solicita información sin compromiso, desde Ballesol estarán encantados de atenderte.
Véase también: La Rehabilitación y la Fisioterapia, prácticas fundamentales en Ballesol para mejorar la calidad de vida de las personas mayores