La edad marca el cerebro y no los años. Esta verdad solemos aceptarla demasiado tarde. Las personas mayores constituyen un papel fundamental en la sociedad porque apoyan y promueven la participación activa y el liderazgo de las personas mayores como motor de cambio, oportunidades y sostenibilidad.
La Escuela Europea de Coaching, con el apoyo del Imserso, se han propuesto transformar la sociedad ayudando a nuestros líderes más veteranos a conseguir sus objetivos. El manifiesto “10 propuestas para fomentar el liderazgo de las personas mayores” nació en la celebración del año Europeo del Envejecimiento Activo y a Solidaridad Intergeneracional (2012)
Este documento recoge la nueva tónica que debe imperar socialmente. Hemos errado al sentir a las personas mayores como una carga pasiva que consume y recibe los recursos que generamos, y no como lo que realmente son. Líderes que aportan y dan oportunidades desde la sabiduría que sólo puede lograrse con los años.
«El camino de la juventud lleva toda una vida»
Pablo Picasso
Para hacernos ver que se encuentran en una etapa de su vida tan importante como las anteriores es importante que el resto de la sociedad entienda y lleve a cabo los siguientes conceptos, ¿qué debemos hacer para darles su sitio?:
- Poder. Los mayores son el poder, el poder social, económico y político. No sólo por el volumen de población que representan, sino por la sociedad que han construido a lo largo de sus vidas y la adaptación a los cambios sociales.
- Liderar: Este puesto les pertenece a los mayores. Están hechos para llevar las riendas de la sociedad, su experiencia además les da otro grado más de sabiduría por lo que deben participar activamente.
- Comunicar. Es muy importante que comuniquemos y demos a conocer cuánto están aportando los mayores para que sus logros se hagan públicos. La Constitución Española establece en su artículo 14 que en ningún caso la edad puede ser objeto de discriminación.
- Actuar. Es necesario que promovamos el cambio y generemos oportunidades para que puedan aportar a los niveles sociales, político y económico todo lo bueno que llevan dentro. Darles todas las facilidades necesarias para que su autoestima les permita volver a sentirse útiles.
- Aprender. Tenemos que tomar conciencia de que el aprendizaje es un proceso continuo, no dejamos de hacerlo a lo largo de toda nuestra vida. Las personas mayores continúan absorbiendo información del entorno que les rodea, las arrugas en el rostro no son síntoma de una pausa, siguen siendo activos.
- Trabajar. El trabajo es una actividad muy importante para las personas, nos mantiene activos física y mentalmente, nos permite además que nuestra actividad social se desarrolle a diario y que estemos a la vez aportando una contribución social. Si nos ocupamos de tener una buena salud, la actividad laboral podría prolongarse, suponiendo un beneficio para nosotros mismos.
- Promover el cambio: Es necesario que nosotros mismos nos encarguemos del cambio. No debemos olvidar que la experiencia es un valor impagable. Las empresas deberán apoyar este cambio, y tender la mano a nuestros mayores para que continúen dando lo mejor de sí mismos.
- Competir en el mercado laboral: Estudios laborales demuestran que un trabajo productivo se basa en conocimientos, motivación y experiencia, este último sólo puede estar propiciado por la edad.
- Promover un nuevo sistema de jubilación: Si la persona es capaz de desempeñar una labor de forma eficaz, debería poder elegir su fecha de jubilación. Para compatibilizar legalmente la jubilación y el deseo de los mayores de 65 años de seguir trabajando deberíamos promover la creación del “mentor”, un puesto en el que los mayores proporcionarían asesoramiento y formación a las nuevas generaciones de la empresa.
- Participar activamente: Todos debemos participar activamente en la sociedad, en el trabajo y en la familia. Esta relación es fundamental para el ser humano, y no puede negarse a ningún individuo por motivo de edad. Todos aportamos algo a la sociedad.