martes, abril 16, 2024
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VALORACIÓN MÉDICA E INDIVIDUALIZADA EN BALLESOL

El fin de la valoración funcional es medir la capacidad que tiene el residente en realizar ciertas funciones

El trabajo médico en geriatría y, por lo tanto, en los Centros de Ballesol, ya que nuestra dedicación es el cuidado del mayor, se basa en la valoración individualizada, que hay que realizar a todo persona mayor cuando nos ingresa en uno de nuestros centros y, de forma periódica (cada seis meses), cuando se encuentra en ellos. Esta es la diferencia que marca la especialidad de Geriatría frente a otras especialidades médicas.

Por todo ello, se le debe realizar una valoración integral, que se compondrá de una parte funcional, una parte mental, una parte nutricional, una parte de riesgo de generación de úlceras de presión, una parte del riesgo de caídas, otra parte de la valoración del dolor, la valoración farmacológica y, por último, en una valoración social.

Las valoraciones se dividen en diferentes aspectos:

Valoración funcional

El fin de la valoración funcional es medir la capacidad que tiene la persona mayor en realizar ciertas funciones: alimentación, baño, vestido, aseo personal, deposición, micción, uso del retrete, traslado del sillón a la cama, deambulación y subir y bajar escaleras.

Nosotros usamos las escalas de Barthel, en sus diferentes maneras. De entrada usamos la clásica, en la que, cómo hemos descrito antes, se mide la independencia para alimentarse, vestirse, el uso de la incontinencia, etc.

Existen otras escalas como la de Katz, o la de la Cruz Roja y bastantes más.

Lo que hemos notado en el desarrollo de nuestro trabajo, y por el tipo de residentes/pacientes que nos ingresan, es que no eran muy fiables, por lo cual en aquellos pacientes que las generales se quedaban cortas, usamos otras más específicas como el Barthel modificado (SAHS y Granger).

Refiriéndonos exclusivamente a la Barthel, es el método con el cual podemos establecer el tipo de cuidados (Plan de actuación individual) que se les debe aplicar.

Así, si la puntuación es entre 0 y 20 puntos, los cuidados deben ser especiales; si es entre 21 y 40 puntos, los cuidados deben ser máximos; si la puntuación es entre 41 y 60 puntos, los cuidados deben ser medios, si es entre 61 y 95 puntos, los cuidados deben ser mínimos, y si son mayores de 95 puntos se considera un residente válido.

Valoración mental

La realizamos tanto al ingreso como de forma periódica. Para ello realizamos de entrada un test rápido de estado mental, que se llama Pfeiffer, y según la puntuación que obtenga, profundizamos con otro tipo de test. En resumen usamos, el Mini Mental, el GDS, el test del reloj y además usamos otros dos test para medir la parte anímica del paciente, como son el Yesavage (en su forma reducida) y el Goldberg.

El test de Pfeiffer se compone de diez preguntas, donde se cuentan los errores: de 0 a 2 y lo consideramos intacto, de 3 a 4 errores que significa un deterioro intelectual leve, de 5 a 7 que corresponderían a un deterioro moderado y de 8 a 10 supondría un deterioro intelectual severo.

El GDS o escala geriátrica de demencia, nos permite etiquetar el deterioro global en un paciente afecto de demencia. Va desde el estadio 1 (que es el normal) hasta el estadio 7 con diferentes subestadios en el punto 6 y 7.

Al igual que las anteriores, nos sirven para medir también la evolución del deterioro intelectual de estos pacientes.

Valoración nutricional

Es una gran herramienta, pues casi todos nuestros ingresos suelen provenir de sus domicilios. Con ella podemos valorar en qué situación nutricional  nos ingresan, siendo la evaluación nos los divide en normal, riesgo de malnutrición y malnutridos.

En primer lugar se realiza un cribaje, que si no lo pasa, se continuará realizando los siguientes ítems para que, al final se realice una suma de todos. Si su puntuación es menor de 17 puntos se considera malnutrido, si es entre 17 y 23,5 se encuentra en riesgo de malnutrición y si es mayor de 24 se considera normal.

Valoración del riesgo de generar UPP (úlceras por presión)

Para ello usamos en el test de Norton. En este test se evalúa el estado físico general, la incontinencia, el estado mental, la movilidad y la actividad física.

En cada ítem, se puntúa desde normal (que es donde se da la puntuación más alta) hasta la ausencia, que tiene la puntuación más baja, la suma de todos nos da una puntación: desde 5 hasta 20 puntos, siendo de riesgo alto cuando es entre 5 y 12 puntos, medio entre 13 y 16 puntos y bajo entre 17 y 20 puntos.

Valoración del dolor

Sobre todo la usamos en aquellos pacientes oncológicos, con problemas osteoarticulares y en aquellos que han tenido intervenciones quirúrgicas. Es una escala visual, donde al paciente se le dice que nos diga del 0 al 10 cuánto dolor tiene, siendo el cero ausencia de dolor y el 10 el máximo dolor que pudiera aguantar.

Valoración del riesgo de caídas

Para ello usamos un test que se llama Tinnetti, el cual valora la marcha y el equilibrio, con diferentes ítems que nos dan una puntuación. Según la suma de todos ellos podemos saber el riesgo que puede tener una persona mayor de sufrir una caída.

Si es entre 0 y 18 puntos, el riesgo es alto, si es entre 19 y 24 el riesgo es medio, y si es mayor de 25 puntos el riesgo es bajo.

Valoración farmacológica

La prevalencia y dependencia de muchas personas mayores a una medicación, unida  a la valoración de diferentes especialistas, hace determinante una evaluación farmacológica de su tratamiento con el fin de buscar posibles interacciones, efectos secundarios o duplicidades.

Como hemos venido explicando, en los Centros Ballesol se realiza una valoración de nuestras personas mayores de forma completa, siempre acompañada de una valoración social realizada por las trabajadoras sociales, donde también se registra la presencia de familiares o no, si se ocupan de las personas mayores o no, de sus recursos económicos, sus creencias religiosas etc.

Todo ello nos lleva a tener un conocimiento muy exhaustivo de nuestros residentes. Con todo ello podemos realizar un plan de cuidados individualizados, atendiendo a todas sus necesidades.

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Redacción Revista Ballesol
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Equipo de redacción de la Revista Ballesol
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