DERMATOLOGÍA EN EL ANCIANO

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La piel envejece en las personas igual que envejecen el resto de los órganos, aunque no se hace de forma paralela sino que hay una variación de unas personas a otras y de una zona a otras. 

Como es sabido, la piel se compone de tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis o panículo adiposo. Con la edad, en la epidermis se produce un adelgazamiento, alteraciones de la capa córnea y aplanamiento de la crestas dermoepidérmicas en la dermis disminuye la cantidad y estructura de las fibras de colágeno y de las elásticas y por ello disminuye la elasticidad de la piel. Éste es el envejecimiento intrínseco de la piel. A esto hay que añadir también el fotoenvejecimiento, el cual varía notablemente entre las zonas corporales: es más acentuado en la cara y en el dorso de las manos, y es más intenso en las personas de piel blanca.

Éstas son las dos causas por las que los problemas cutáneos en los ancianos son muy frecuentes y a menudo interfieren en su calidad de vida. Los estudios epidemiológicos  sugieren que al menos un 66% presentan al menos una dermatosis clínicamente importante , lo que representa una media de 1,6% por paciente.

De las complicaciones más comunes y más molestas en el anciano tenemos que destacar el prurito senil. Se trata de un picor continuo mantenido a lo largo del año con crisis de empeoramiento en las épocas frías del año, como el otoño y el invierno, y en climas secos. Puede ser manifestación de una enfermedad, pero lo mas común es que sea una reacción a la piel seca y deshidratada y no cuidada, muy típica de esta edad.

Cabe destacar también las alteraciones de la pigmentación de la piel, como son el vitíligo, el lentigo senil, las púrpuras, etc. También son importantes las infecciones bacterianas como los forúnculos, la erisipela, micosis o infecciones por hongos como las candidiasis de todo tipo, enfermedades ampollosas como el pénfigo y viriasis como el herpes.

Por último voy a dar unos consejos para el buen cuidado de la piel:

• El cuidado de la piel es importante en el anciano pues le va a mejorar su calidad de vida.

• Lo correcto es la ducha diaria o baños cortos con agua tibia y un jabón de ph neutro que no nos quite la capa grasa de la piel.

• Siempre hay que secar sin frotar y sobre todo dejar bien secas las zonas con pliegues como es debajo de las mamas, abdomen, axilas, ingles etc.

• Después del baño siempre usar una loción hidratante en capa fina, ya que no por darnos más cantidad vamos a tener mejor hidratada la piel.

• Usar tejidos en nuestras prendas poco irritantes como el algodón y es importante que no aprieten. Toda aquella prenda que nos deje marca al quitarla debemos desecharla.

Siguiendo estas sencillas pautas, tendremos una piel bien hidratada, aunque no se nos debe olvidar que lo mejor para que la piel se defienda de las agresiones externas es que este bien hidratada por dentro y por fuera. El consumo de agua es la mejor hidratación, por ello es recomendable ingerirla en la cantidad adecuada que, como norma general, es de 2 litros al día sino hay causa médica para restringirla.

«No se nos debe olvidar que lo mejor para que la piel se defienda de las agresiones externas es que esté bien hidratada por dentro y por fuera.»