RECORDMAN DE PREMIOS LITERARIOS
Manuel Terrín Benavides es reconocido como el escritor más laureado de todos los tiempos: ha ganado 1.728 galardones, en una carrera literaria más corta de lo que imaginan. Reconoce que le gustaría llegar a los 2.000. Su nombre rotula cuatro calles españolas y su historia, singular y llena de esfuerzo y talento, merece ser conocida y valorada.
Manuel, que tiene 80 años, tiene dos hijos y dos nietos. Nació en Montoro (Córdoba) y vive desde hace 40 años en Albacete. Su casa está repleta de trofeos de toda clase y formas: “Y eso que la mayoría están en una especie de museo que el ayuntamiento de mi pueblo me dedicó, pero son tantos que me han pedido que no les mande más”.
Un poeta con años, con premios, con muchas anécdotas, y por supuesto, con un estilo muy peculiar. “Soy un clásico evolucionado, cosa que me ha acarreado críticas y mofas porque dicen que soy barroco. Lo cierto es que escribo como siento y me apetece, no quiero experimentar mucho”, pero apuesta por los temas eternos “amor, vida, muerte… Decían ya los clásicos que todo está escrito y que sólo hay que volver a escribirlo”.
¿Por qué no es muchísimo más conocido?
Porque la mayoría https://www.acheterviagrafr24.com/viagra-en-france/ de los premios son menores. Y así y todo resulta que genero increíbles odios y envidias. Tantas como para que hayan montado una ADT (Asociación de Damnificados de Terrín) y hasta quieren meterme en la cárcel. Nunca imaginé que hubiera tanta mala gente en el mundillo de los concursos literarios.
Me han premiado hasta en Hollywood
¿Con qué cargos?
Con el de autoplagio, pero no es verdad aunque lo crean. Sucede que presento un poema a un premio con fecha de fallo concreta. Si no me avisan es porque no he ganado, pero resulta que a veces retrasan la fecha, se olvidan de comunicarme que gané… y los presento a otros concursos y si sale premiado https://www.acheterviagrafr24.com/prix-viagra-pharmacie/ pues ya hay jaleo. Es lo único que pueden alegar.
Internet habrá simplificado mucho todo lo de los concursos: envíos, fallos, comunicaciones…
Yo no lo uso para nada. A mí me ha fastidiado porque no me aprovecho de lo bueno y hablan mal de mí en la red, de forma anónima y sin poder defenderme.
Imagino que casi vivirá de los premios –la media es de 3 ó 4 al mes-.
Tanto no, pero ahí estaríamos si no fuera por las fotocopias, gastos de correos… y han ido llegando a lo largo de muchos años. A veces, acudir a recogerlos vale más que la dotación del premio. Además hay que decir que premios bien dotados, digamos de más de 6.000 euros, habré ganado unos cincuenta. Suelen incluir la edición de la obra así que tengo unos treinta libros –poemas y narraciones– publicados.
¿Le hace ilusión seguir ganando?
Claro, me gustaría tener salud para llegar a los 2.000 galardones y, además, que lo que gano me ayuda a mantener a un hijo que sufre una grave enfermedad. Desde luego, no voy a dejar de presentarme. ¿Lo último? Un poema en el centro Blas Infante de Cornellá de Llobregat,…
Hacen mayor ilusión los que llevan implícito la publicación del libro, de los últimos fue “el Ciudad de Zaragoza” con “El lodo turbio de la desembocadura”…
Cuénteme alguna anécdota que resuma el mundillo de los concursos literarios.
Me ha pasado de todo. Una vez grapé los folios de una forma desordenada y me dieron el premio destacando la originalidad de los tiempos. Otra vez tomé uno de mis relatos cortos, le quité puntos y comas y lo presenté a un concurso de poemas. Gané.
¿Todos los premios son en España?
No, me han premiado en México, Argentina, Chile… hasta en Hollywood donde iba a acudir a recoger el premio por gusto, ya que no era obligatorio. Finalmente no pude ir porque me dieron otro al que era necesario acudir para cobrarlo…
HACE CUARENTA AÑOS…
Todo comenzó hace algo de cuarenta años, «cuando perdí el pudor por escribir. No me decidí hasta adquirir la cultura necesaria. Me presenté a un concurso y lo gané. Después otros… le cogí el gusto y no he parado. Escribir es mi vicio y como estoy jubilado me dedico a la familia y a escribir». Su vida ha recorrido numerosas facetas y profesiones». Fuí electrónico especializado, llegué a ser capitán militar y Consejero de Caja Castilla – La Mancha, pero nada relacionado con la literatura».
Con la pluma en la mano, empezaron los elogios, la admiración de los vecinos, y después una vida llena de galardones y premios literarios. Sus amigos le https://www.acheterviagrafr24.com/viagra-100mg/ preguntan, cuál es el truco, y él lo tiene muy claro: «Sólo hay trabajo, ser constante y estar pendiente de las convocatorias y sus requisitos y si no concurso en novela es porque se tarda más en escribir; lo mío son poemas y narraciones».