AL BUEN TIEMPO, BUENAS GAFAS DE SOL

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Con el verano, nuestro vestuario cambia y se adapta a las altas temperaturas. Usamos ropa ligera, de tejidos y colores idóneos para la época, así como todo tipo de accesorios. Y las gafas de sol suelen ser un complemento imprescindible; consideradas indispensables para la salud ocular.

A la hora de comprar gafas de sol escogemos –como es lógico– el modelo que mejor se adapte a la fisonomía de la cara, pero hay que tener muy claro que se deben adquirir en centros autorizados. Hoy en día se falsifica casi todo y las gafas de sol son uno de los objetos que más se venden en los “top manta” o mercadillos. Son el “top” de las ventas en verano. De hecho, un total de 12 millones de gafas de sol se vendieron en España en 2005, de las cuales el 70%, distribuidas en mercadillos o bazares, no pasó ningún control de calidad, ni óptico, ni sanitario, según el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, que alerta del riesgo de utilizar este tipo de lentes no homologadas.

A esta advertencia se suma la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), institución que asegura que para evitar graves lesiones oculares es preciso comprar gafas de sol homologadas y rechazar las que se venden como artículos promocionales de revistas. Y es que un profesional nota las diferencias. Según el presidente del Colegio de Ópticos de Galicia, D. Enrique Valcárcel, los espesores no son los mismos, los baños no son de la misma calidad y, “lo más importante es que el cristal, la verdadera protección, no ha pasado los controles que requieren”. Por ello, estas gafas de sol del “top manta” suelen dar dolores de cabeza o provocan efectos prismáticos. Estas gafas falsificadas “no cuentan con la garantía sanitaria que se precisa, y los efectos pueden ser muy perjudiciales. No hay concienciación de que deben pasar por un correcto control sanitario”, asegura el Sr. Valcárcel.

En vacaciones, solemos visitar más a menudo los mercadillos ambulantes y picamos en las  aparentes gangas. Sin querer, caemos en la trampa del consumismo y nos probamos modelos de gafas modernos y bonitos, pero falsos.

Entre los riesgos de usar gafas sin homologar, los expertos destacan graves trastornos oculares, como conjuntivitis, queratitis, edemas en los párpados, escamaciones del endotelio corneal e incluso cataratas prematuras. Algunos especialistas advierten que es preferible no utilizar gafas de sol a usar aquellas que no protejan de las radiaciones ultravioleta. De hecho, existe un preocupante incremento de personas que padecen cataratas a edades más tempranas, “una consecuencia lógica debida a la utilización de lentes que no absorben las radiaciones ultravioletas”, según fuentes del Colegio de Ópticos de And
alucía
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Por otro lado, los ópticos aconsejan prestar especial atención a los niños, ya que sus ojos no están totalmente desarrollados, por ello las radiaciones ultravioletas les afectan más. A los pequeños nunca se les debe poner gafas de sol de juguete. Aproximadamente el 80% de la invasión de la radiación ultravioleta en el interior del ojo se produce durante los primeros 18 años de vida, por lo que hasta esa edad los niños deben protegerse con una gafa de sol adecuada, que absorba el 100% de la radiación, según expertos en oftalmología. En plena época estival, cabe recordar que si nos bañamos en aguas de piscina poco cloradas, en ríos no muy limpios, en zonas de costa no aptas para el baño o en pantanos contaminados, pueden aparecer patologías oculares como conjuntivitis de inclusión provocadas por virus y bacterias. Otra de las recomendaciones que ofrecen los médicos es que la vitamina A es esencial para conservar una buena vista diurna y nocturna, que combinada con las vitaminas C y E ayuda a retrasar algunas enfermedades oculares como las cataratas. Estas recomendaciones pueden mejorar la salud de nuestros ojos, muchas veces olvidada.

En vacaciones, solemos visitar más a menudo los mercadillos ambulantes y picamos en las  aparentes gangas. Sin querer, caemos en la trampa del consumismo y nos probamos modelos de gafas modernos y bonitos, pero falsos. Hay que tener cuidado y reflexionar en que vale la pena pensar más en la salud que en la belleza aparente, porque se ponen a la venta gafas de sol que parecen estar homologadas pero que
incumplen en la mayor parte de los casos la normativa vigente en cuanto a etiquetado y seguridad se refiere. Sin embargo, aunque en algunos casos sí incluyen una pegatina con la marca CE o una leyenda que parece indicar la protección ultravioleta, estas gafas no suelen aportar datos como la identificación del fabricante, la norma que cumplen o el tipo de filtro. Por ello, la CECU enumera una serie de precauciones a la hora de adquirir este artículo. Entre ellas se encuentran comprobar que las gafas de sol cumplan con los mínimos requisitos exigidos por la Unión Europea (sello CE); verificar que en la etiqueta aparece la identificación del fabricante o suministrador, la categoría del filtro, el número y el año de la norma que cumplen, así como las instrucciones de almacenamiento, mantenimiento, limpieza y consejos y advertencias de seguridad; y observar si las gafas, en el caso de que no sean aptas para conducir, incluyen una leyenda advirtiéndolo. Hay que tener buen ojo para escoger las mejores gafas de sol y usarlas tanto en verano como en invierno. Se puede presumir con este complemento, pero con la salud por delante.