Querida familia:
Desde la tristeza por la pérdida de nuestro padre, D. Francisco Marco Suay, pero también desde la serenidad de corazón de quienes hemos tenido la suerte de disfrutar del padre, de la persona y del ser humano, queremos daros las gracias por acompañarnos en este difícil período de su vida, y de la nuestra.
En éste breve pero intenso tiempo que hemos compartido, nos hemos sentido arropados, queridos y acompañados por un equipo de profesionales altamente cualificado, humano y entrañable.
Desde la vocación y el cariño por las personas que se percibe en cada gesto, habéis sido capaces de hacernos más fácil lo difícil.
Gracias, gracias de todo corazón por esas palabras siempre amables, por el cuidado y la sensibilidad que todas y cada una de las personas con quienes hemos tenido la dicha de relacionarnos nos habéis transmitido.
Un guiño del destino hizo que nuestro padre se despidiera en el mismo lugar en el que empezó a descubrir el mundo (ahí se alzaba hace 70 años la academia de Cristo Rey).
Se fue, rodeado de cariño, de su querida huerta y “sense perdre de vista el campanari”.
Así, con el corazón lleno de recuerdos y el alma abierta a éste cielo azul, desde el que seguro nos contempla, queremos deciros, en su nombre y en el nuestro, que es una suerte poder contar con vosotr@s.
Un abrazo enorme, repleto de gratitud.
INMA, PACO Y Mª JOSÉ MARCO RUBIO.
