El envejecimiento es un proceso que experimentamos los seres humanos a medida que pasa el tiempo. Sufrimos cambios en nuestra salud, en nuestro estado físico, en nuestra memoria…
Solemos asociarlo a que sea algo malo, aunque en realidad es algo normal que forma parte de nuestra vida, algo que vamos a vivir todos.
Puede tener algunos aspectos positivos como el aprendizaje y experiencia aprendidos a lo largo de los años que enseñan al resto de la sociedad.
La vejez es sinónimo de enfermedad
En general, solemos pensar que el envejecimiento significa algo malo, el fin de una vida activa para pasar a una vida aburrida y solitaria, con el miedo de poder dejar de hacer cosas que antes podíamos hacer sin ninguna complicación.
Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que, si tienes una vida activa y saludable, tengas la edad que tengas, tu nivel de energía y vitalidad aumenta causando que estés activo y con energía, evitando así posibles enfermedades durante toda la vida.
En el caso de las personas mayores, provoca una mentalidad positiva disfrutando así de un envejecimiento activo.
A medida que pasan los años nos enfrentamos a desafíos sociales como la pérdida de seres queridos, y en el caso de las personas de edad pasa cada vez más, ya que muchos de ellos tienen problemas de salud y la sociedad a veces tiende a “darles de lado” por lo que pueden sentirse solos y aislados.
Aunque esto no debería de ser un problema ya que cabe la posibilidad de tener una vida activa y sana y a la vez conocer gente participando en actividades grupales como hacer deporte, grupos de apoyo social, clases de gimnasia…
En el caso de las personas mayores que tengan problemas de salud y se encuentren en residencias, como por ejemplo en cada residencia de ancianos de Ballesol, pueden intentar cultivar relaciones y oportunidades para conectar con otras personas que estén en su misma situación, combatiendo así la soledad y el bienestar emocional de una manera diferente.
4 consejos para disfrutar de una vida plena y un buen envejecimiento
- Mantén una vida activa físicamente: hacer yoga, caminar, nadar, bailar… es fundamental moverse y encontrar una actividad que te guste adaptándola a tus necesidades y habilidades.
- Conserva tu mente activa: leer libros, conversar, escuchar música, resolver crucigramas… mantener el cerebro activo es igual de importante que tener una vida activa ya que es una parte fundamental de nosotros y hace que podamos hacer todo lo demás.
Según el Blog Neurología Sevilla: La RC (reserva cognitiva) es la suma de todas las conexiones que desarrollarás a lo largo de tu vida. Sabemos que un simple incremento de un 5% de la RC, puede reducir el riesgo de Alzheimer en un 30%.
- Cuida tus vínculos sociales: pasar tiempo con amigos y familia, conocer gente nueva, participar en actividades grupales… apoyarte en los demás ayuda también a tener una vida más activa y a tener esa alegría en nuestro día a día.
- Experimenta nuevas experiencias: viajar, cocinar, leer, pasear en compañía de una mascota… Intentar hacer cosas nuevas ayuda también a llenar tu vida de aventuras y emoción.
La tercera edad puede ser difícil de afrontar a veces, pero llevando una vida activa, social, con alegría… Te ayuda a mejorar tu bienestar, a afrontar las cosas de una manera positiva, creciendo, así, como persona y disfrutando de una vida satisfactoria en esta etapa.
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