Mi cambio de vida
Mi cambio de vida; otra realidad después de muchos años con situaciones y acontecimientos, hermosos unos y amargos otros, estoy viviendo una experiencia impensable.
Desde ya, agradezco que me lean y les hagan pensar y sentir como me pasa a mí. Estoy en mi nuevo hogar, desde hace tres meses, triste e inquieta por lo que me encontraría. Siempre valoré lo que tenía. Crecí rodeada de cariño, cuidados y posibilidades de realizar los sueños; así pasó, y soy maestra, y casi todas mis tareas se volcaron a los niños y adolescentes, más las responsabilidades de esposa, madre, hija, nuera, tía, educadora, ama de casa, etc… Ahora, este mundo distinto, apasionante, conmovedor, emocionante y gratificante, me acogieron con cariño, me dieron su amistad, sin conocerme, de corazón, y volví muy pronto a remontar, a reír o a soñar. Nunca dejaré de agradecer todo lo que me están brindando, yo también les doy, no solo mi gratitud, mi apoyo, mi amistad, mi comprensión y todo lo mejor de mis sentimientos.
Como dijo el gran Jorge Luis Borges “No puedo solucionar tus penas, ni puedo evitar tus dudas y temores, pero puedo escucharlos y compartirlos contigo”. Soy tu amiga y siempre te ofreceré mi mano.
El trato de las autoridades, la señora directora, los médicos, las supervisoras, las recepcionistas, las auxiliares y todo el personal, merece la admiración y la gratitud por las tareas, que son de gran responsabilidad, vocación, respeto y amor al prójimo. Gracias por vivir estos privilegios que me hacen mejor cada día.
Mis hijos están contentos, aunque lejos por sus distintas profesiones, pero siempre están conmigo con amor en mi corazón. Me ayudó mucho salir de la oscuridad anímica, la misma que me hizo volver a soñar y a disfrutar horas y horas. Como dijo el gran Oscar Wilde “El arte de la música es el que está más cercano a las lágrimas y recuerdos”. Cuando necesito ayuda, las compañeras y compañeros, generosamente se ofrecen; son sinceros y les agradezco por serlo. He sido muy miedosa, impresionable e introvertida, ahora, como todas las personas mayores, necesito hablar y que me escuchen. Me hace bien acercarme a los más desvalidos y darles un poco de cariño, me conmueve como responden, con enorme ternura me toman la mano y me cuentan sus cosas que me llenan el corazón de dulzura.
Tenemos aquí muchas y útiles actividades que dictan excelentes profesionales: ejercicios para la memoria, gimnasia, terapia artesanal, música, etc… Me visitan familiares y amistades, dicen que me ven contenta, rejuvenecida y muy entretenida, pero para mí es mucho más que eso, es un aprendizaje.
Este es mi modesto y emocionado testimonio.
ELSA PORTER. BALLESOL PASILLO VERDE, Madrid
