sábado, abril 27, 2024

FEDERICO MAYOR OREJA

Federico Mayor Zaragoza tiene una personalidad arrolladora. Tiene mucho de renacentista porque todo le interesa y de todo quiere saber. No le basta una mirada superficial sobre las cosas. Su espíritu científico le lleva al análisis profundo de la realidad y a aplicar el rigor en todo lo que hace. Y hace mucho.

Porque lleva el mensaje de la paz por todo el mundo intentando que se vea que la desigualdad, que la pobreza, no hace más que crear desarraigo y violencia Y es tajante en una predicción: “o volvemos a los valores de la ética, de la justicia, de la solidaridad o viviremos muy pronto una autentica rebelión de las masas“.

UNOS RASGOS BIOGRÁFICOS

Nació en Barcelona en 1934. Doctor en Farmacia, obtuvo la cátedra de Bioquímica de la Facultad de Granada y en l968 fue Rector de aquella Universidad. En l973 ocupa la cátedra de la Universidad Autónoma de Madrid. Al año siguiente cofunda el Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa”.

Fue subsecretario del Ministerio de Educación y Ciencia, Diputado, Consejero del Presidente de Gobierno, Ministro de Educación y Ciencia (1981-82). En l987 fue elegido Director General de la Unesco, y reelegido en l993 para un segundo mandato. A su regreso a España –1999- crea la Fundación Cultura de Paz.

Se considera uno de sus mayores logros que la Asamblea General de la ONU haya aprobado el 13 de septiembre de 1999 la Declaración y Plan de Acción sobre una Cultura de Paz.

Federico Mayor dedica hoy todo su tiempo a difundir esa cultura de paz y al foro Mundial de la Sociedad Civil “UBUNTU”, una red universal para la participación de todos los ciudadanos en la democratización del mundo. Como él dice, “la democracia no es ser contado, sino ser tenido en cuenta”.

Independientemente de ensayos científicos y de pensamiento, Mayor Zaragoza ha publicado poesía como “A contraviento”, “Aguafuertes”, “El fuego y la esperanza”, “En pié de paz”, “Voz de vida, voz debida” y “Alzaré mi voz”.

Presidente de la Fundación Cultura de Paz

Usted: cuando regresa a España después de dirigir la UNESCO durante doce años, la Fundación Cultura de Paz, de la que es presidente ¿Qué es?

Tratamos de favorecer una gran transición desde la fuerza, al diálogo. Vivimos en una sociedad en la que predomina, a escala mundial, la ley del más fuerte. Y el resultado, ya lo ve, ha sido catastrófico. Ahora debemos ser capaces de preparar la paz; pero cada uno de nosotros, cada día. La Fundación trata de promoverla sobre todo a través de la educación.

Cualquiera pensaría que hasta ahora teníamos una cultura de guerra…

Es que es así. Y desde siempre. No olvide lo que nos enseñaron: “si quieres la paz, prepara la guerra”. Eso es una aberración. Si quieres la paz, constrúyela. Pero ya. Mañana siempre es tarde. Hay que ir a esa cultura de que la paz no sólo es posible, sino que debemos ir hacia ello.

¿No suena utopía pensar en que la guerra va a desaparecer de la faz de la tierra?

Sí; pero precisamente porque suena a utopía, es factible. Mire, los realistas no hacen nada porque ven la realidad, la aceptan y nada hacen para cambiarla. Los utópicos sin embargo son los que pueden, los que podemos hacer algo. Podría decirle que los utópicos tenemos razón. Y hay muchos ejemplos. ¿Quién iba a decir que en Sudáfrica, en la Sudáfrica del apartheid iba a haber un presidente negro? Pues ya van cuatro… Y lo mismo podemos decir del imperio soviético. ¿Quién iba a decir hace pocos años que se iba a desmoronar…! ¡Y sin un solo tiro ni una gota de sangre! ¿Y qué íbamos a ver la paz en el Ulster? No podemos aceptar la realidad sin soñar en la utopía de poder cambiarla .

«Si quieres la paz, no prepares la guerra. Construye la paz. Y ya. Mañana siempre es demasiado tarde.»

Supongo que los años al frente de la UNESCO, y sobre todo esa atalaya para ver el mundo, debe dejar una señal indeleble… ¿Cómo se ve desde esa perspectiva?

Por un lado tienes la sensación de que se trata de desafío imposible. Te dices: «no hay nada que hacer». Pero por otro, te das cuenta de la inmensa capacidad creadora de la humanidad. Y es cuando sientes la esperanza de que por mal que esté siempre puede haber solución. Y quizá por eso – y con los años te vuelves más vehemente. Ves el disparate que estamos cometiendo y ves también que puede haber soluciones.

Imperan las leyes del mercado.

Hablamos de la crisis y de cómo los organismos internacionales de la economía no han sabido ni preverla, ni atajarla. Tanto Ronald Reagan, como Margaret Thatcher han cambiado los conceptos y han sustituido los valores por las leyes del mercado. Y así hemos llegado a esta situación.

Mire , ya en l991 dije que con el muro de Berlín se hundía un sistema que basado en la igualdad, se había olvidado de la libertad. Hoy ocurre al revés: la libertad se ha olvidado de la igualdad. Se habló de que se acabaría la guerra, se nos lleno a boca hablando de paz. Pero no es verdad. No hay dividendos de la paz, porque se han impuesto las leyes del mercado, que han sustituido a los valores de justicia, de equidad, de honestidad. Y ese es un error grave en el que han caído todas las ideologías.

Y sonriente recuerda a Machado y la calificación de necio al que confunde valor y precio. De confundir valor y precio.
¿Qué análisis se puede hacer?

Estoy convencido de que podemos ir hacia otra gran crisis mucho más profunda. O volvemos a los valores éticos, a los derechos humanos, o habrá una auténtica rebelión de las masas. El mundo de hoy no está dispuesto a dejar a sus hijos un planeta contaminado, un Ártico que se derrite, un clima inhabitable… todo por la codicia, por el precio del petróleo, por el enriquecimiento a costa de lo que sea… No se pueden explotar los recursos sin reponerlos. La gente no va a aceptar que sus hijos no puedan vivir en este mundo. Mire, solo con que la temperatura suba 4 grados, desaparecerán muchos países. Y eso no se va admitir. Hoy, en vez de los valores de siempre, se han instalado la codicia y la irresponsabilidad. Estamos dejando un mundo esquilmado. Y tenemos que dejar a nuestro hijos y a nuestros nietos una tierra habitable y con recursos, porque tienen derecho. Tenemos que dejarles un mundo sin tensiones sociales donde prevalezca aquello por lo que hemos luchado: justicia, ética, libertad. Un mundo donde haya libertad de elección, sin dogmas, en donde las decisiones sean consecuencia de un acto voluntario.

«No es admisible que mientras medio mundo se muere de hambre se gasten 30.000 millones de dólares al día en armamento”

¿Y tenemos solución?

Sí. Debemos tenerla. Es posible que antes estuviéramos silenciosos o, mejor, silenciados. Ahora sin embargo, podemos expresarnos y hacer llegar nuestra opinión y nuestro mensaje. Basta un móvil para comunicarse, un SMS, internet… ahora podemos participar. Si se convocan manifestaciones a través del “pásalo”, ¿cómo no vamos a poder participar en la toma de decisiones? Han cambiado mucho las cosas. Mire, en América Latina ya están dando pasos importantes. Y ya dicen a las grandes potencias, sí a partir de ahora podemos ser socios; pero se acabo que vengan aquí  como amos… Participar, no dirigir, no imponer como hizo por ejemplo Estados Unidos durante tiempo. No hay más que recordar la Operación Cóndor que es una vergüenza para una generación. Eso da idea del mundo que nos ha tocado vivir y que estamos obligados a cambiar.

Recuerden que aquella operación trataba de coordinar las acciones de los países del Cono Sur -Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia- entre sí y con la CIA en los años setenta y ochenta. Era, como se decía , una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de estado por el que desaparecieron miles de opositores a las dictaduras de la zona.

Una de las cosas que aprendí en América Latina fue a mirar el mundo. Y me lo enseñó una niña que bajaba de un autocar en Punta del Este. Era la primera vez que estaba ante el mar. Y al verlo, le tiró a la maestra de la falda y le dijo solamente: “maestra: ayúdeme a mirar…” Eso es educación, una preciosa definición de lo que es educar. Como decía Ginés de los Ríos, educación es la capacidad de dirigir nuestra propia vida. Si te la dirige otro, no tiene valor…

Por cierto, ¿cómo ve la educación?. Porque, como decía José Antonio Marina, todos echamos la culpa a los demás. Los padres a la escuela, la escuela a los padres, todos a la TV y la TV a los espectadores, sin darnos cuenta de que todos tenemos responsabilidades educativas.

Desde luego, los menos culpables son los educadores, los maestros. En España deberíamos hacerles un monumento, como deberíamos hacérselo, desde el plano educativo, a las madres. No diría lo mismo de los padres. ¿Cuántas veces van los padres a las reuniones de las APAS?

Proclama siempre que puede la necesidad de que la mujer participe mucho más activamente en la toma de decisiones.

Claro. Nos iría muchísimo mejor a todos. Para la cultura de paz, la presencia femenina es una garantía, porque tiene un respeto inherente por la vida. Y en una ocasión me lo dijo el propio Nelson Mandela: la cultura de paz no será realidad hasta que haya un porcentaje importante de mujeres en la toma de decisiones. Pero no hace falta que haya un 50 %. Basta con que tengan cierto peso. Piense siempre que la mujer sabe aplazar la violencia. Y eso es muy importante. Lo que ocurre es que la aparición de la mujer en la toma de decisiones ha sido hasta ahora fugaz y anecdótica.

¿Cree posible la redistribución de la riqueza?

Sí. Y no solo es posible, sino que es una exigencia. Vuelvo a lo de antes. Si no se produce pronto, las masas que antes no eran conscientes de su capacidad, ahora se rebelarán. No puede seguir manteniéndose un mundo de miedo, con esos desgarros sociales. Porque ese es el caldo de cultivo de la revolución. Se promete desarrollo, se prometen ayudas, se promete el 0,7, pero pasa un día y otro, y otro, y un año, y otro y otro… Y no se vislumbran soluciones. Ya lo he dicho alguna vez: de la evolución a la revolución, no hay más diferencia que una “R”, la de la responsabilidad. Esa situación penosa es la genera los flujos migratorios, y la pobreza y ese arriesgarse buscando futuro en la patera. Y de ahí se pasa a la desesperación y a la violencia.

«De evolución a revolución solo hay la “R” de la responsabilidad».

Federico Mayor clama contra el desequilibrio permanente. Cuenta cómo hace muy poco se precisaba una ayuda urgente para un problema puntual en África. No había presupuesto. Ni un dólar. Pero surge la crisis económica y sólo en 2008, en Estados Unidos se dispusieron para ayudar a la banca 860.000 millones de dólares. Y cuenta la anécdota que vivió cuando en París fue a visitar al llamado Ángel de los pobres, el Ábate Pierre que creó la organización humanitaria “Los traperos de Emaús”. Federico Mayor y el ábate se veían en París con cierta frecuencia.

Fui a verle y me extrañó ver que tenía la mesa vacía. Solo había un papel en ella. Me llamo la atención porque una mesa vacía te da la sensación o de que no trabajas nada, o que trabajas mucho y no tienes nada pendiente. Hablamos un buen rato. Al acabar, me permití comunicarle mi curiosidad por aquel papel, que solo y aislado tenía sobre la mesa. Y me dijo: «léalo, léalo». Decía simplemente: no hay más que una urgencia: compartir mejor.

Democratizar las decisiones.

Se ve un desencanto claro hacia la forma actual de hacer política. Cada cierto tiempo el ciudadano participa con su voto tras una campaña confusa.

Sí. Y en cuanto se celebran esas elecciones, toda la política se convierte en acto electoralista. Y da lo mismo que sea un partido que otro. Todo lo que se hace no tiene mas fin que el electoral. Yo insisto: o hay un cambio radical o viviremos una autentica rebelión. No se puede estar gastando 30.000 millones diarios en armamento y medio mundo pasando hambre. En vez de armas, se podrían establecer islas artificiales, por ejemplo, para energías renovables,  que permitieran desalinizar el agua y obtener así ventajas para el mundo. Pero mire, creo que se termina ya la época de los súbditos resignados.

¿Y qué viene entonces?

Los ciudadanos. Durante siglos hemos sido súbditos en un espacio territorial e intelectual muy reducido. Mandaba el señor, al que se le debía obediencia e incluso se le debía la vida. Ahora es ya el turno de los ciudadanos, de las personas que actúan y toman sus propias decisiones. Los ciudadanos ya tienen vías de participar. Y tienen que actuar día a día. Manifestando su oposición cuando sea necesario. Mi madre me dijo algo que no he olvidado nunca: «si quieres ser feliz no aceptes nunca lo que juzgues inaceptable».

«Las leyes del mercado han cambiado la humanidad. Los valores de justicia, de ética, de solidaridad, han sido sustituidos por la codicia.»

Una frase suya para coleccionar: Democracia no es ser contado, sino ser tenido en cuenta.

Es que es un matiz diferencial importante. Te cuentan en los votos; pero eso no basta. No somos un número. Se nos tiene que tener en cuenta. Volvamos al principio: el poder emana del pueblo. Y no basta que demos una opinión cada cuatro años tras una campaña forzada y manipulada. Ahora debemos expresarnos a base de los nuevos medios de que disponemos. Lo que decía antes: si ya se convocan manifestaciones, si se llega incluso a organizar un botellón sólo con SMS, ¿cómo no vamos a poder participar mucho más  y ser tenidos en cuenta?

¿No tiene la sensación de que en el mundo de hoy hay miedo, quizá por  inseguridad?

Quizá porque hay un poder que no es el militar, ni el político, ni el económico y que tiene unos hilos muy extraños: el poder mediático. Todo se hace en nombre de, o para ese poder; porque si las cosas no se publican es como si no existiera. Mire,  en el mes de noviembre se reunieron en Berlín una serie de premios Nobel de la Paz. La reunión podía haber sido importante e interesantísima… Pero no tuvo prácticamente ningún eco, porque era mucho más importante la lesión de Cristiano Ronaldo. En cuanto a la paz y la seguridad, hay que tener mucho cuidado. Una cosa es la paz de la seguridad, (con sospecha, sin libertad); y otra, la seguridad de la paz, que sería la meta.

El hombre, el poeta

Catedrático de Bioquímica, Rector de Universidad, impulsor del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa…

¿Qué queda del científico?

Todo, queda todo , porque lo que te da la ciencia es una mirada y una mentalidad que te lleva, aún sin querer, al rigor. Estoy convencido de que sólo podemos transformar la realidad si la conocemos. Y si la conocemos superficialmente, la transformaremos solo superficialmente. Por eso hay que aplicar el método científico y profundizar.

¿Le queda tiempo como para escribir poesía?

No lo plantearía así. Me queda tiempo para hacer otras cosas. Para mí es fundamental expresar lo que siento. Y escribir es la forma de hacerlo y de compartir ese sentimiento. Ahora bien: se que una cosa es ser poeta y otra escribir  poesía. Yo escribo poesía.

¿Cómo ve el paso de los años?

Me reafirmo en lo que decía mi padre: “la edad es un estado de ánimo”. Estoy totalmente de acuerdo. No hay nada peor que dejar de sembrar. Si lo dejas, es cuando te haces mayor.

¿Le asusta o teme la vejez?

No, no, no. La verdad es que hasta ahora no me lo he planteado. No está en mi agenda. La vida me parece un misterio. Quizá un milagro. Y pienso también que la muerte es un misterio; o quizá un milagro.

¿Y cómo la ve?

Como un término indeseable, pero ineluctable.

¿Con paz?

No. Con inquietud .Todo lo veo con inquietud.

Como una niña se salvó de la subnormalidad

En su despacho tenia la foto de Maria Luisa. Una niña de Granada a la que el catedrático e impulsor del Plan para la Prevención de la subnormalidad evitó un retraso mental profundo. Fue el primer caso en España de prevención de la enfermedad metabólica congénita llamada fenilcetonuria.
En síntesis consiste en que por una serie de errores metabólicos, quien la padece no asimila una serie de sustancias y produce un exceso de otras. El resultado es que el cerebro del niño no se desarrolla y a los ocho o diez meses, se convierte en un subnormal profundo sin posibilidad de recuperación.

Al fenilcetonúrico le falta una enzima que degrada un aminoácido esencial. la fenilanina. Como consecuencia , se acumula tal cantidad en sangre que se convierte en tóxico y afecta directamente al desarrollo cerebral. Por eso lo importante es conocer cuanto antes si se padece este problema, porque entonces simplemente con una dieta muy baja en fenilanina se puede controlar la enfermedad y sobre todo, impedir que el cerebro se lesione.

(Los análisis ya se hacen de manera rutinaria. Se basan en tomar unas gotas de orina en un papel secante y unas gotas de sangre que se extraen tras una ligera punción en el talón del recién nacido. )
Debe saberse que los signos de la enfermedad no se manifiestan en el niño hasta que pasan unos meses y entonces es ya tarde para resolver el problema.

Aquello fue el comienzo. Luego, Federico Mayor fue asesor del Presidente Suárez. “Fue cuando comenzamos a ver que muchos casos de subnormalidad no se producían por cuestiones genéticas, sino por anoxia, o por problemas en el parto. También sabíamos ya de las metabolopatías. Fue cuando decidimos hacer un plan de nacimientos en las maternidades con medios suficientes para una correcta asistencia. Pero no había presupuesto . Y ahí coincidió con la aprobación del bingo en España. ¡Y se nos adjudico el 25% de lo que el bingo produjera! Nos tocó, en efecto, el bingo.”

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Redacción Revista Ballesol
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Equipo de redacción de la Revista Ballesol
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