El 22 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Tartamudez, día que tiene por objetivo sensibilizar a la población sobre este tema y recordar que existe ayuda para mejorar las características del habla. En este artículo te lo contamos.
¿Qué es la tartamudez?
La tartamudez, disfemia o disfluencia del habla es un trastorno de la comunicación que se manifiesta como una interrupción involuntaria al hablar.
Esta interrupción puede afectar a la fluidez, el ritmo, la velocidad o la pronunciación del lenguaje. Suele estar asociada a factores emocionales como el miedo, el estrés, la ansiedad…y también a factores físicos como la tensión muscular en la cara y en el cuello.
¿Qué lo provoca?
Principalmente, el motivo de este trastorno del lenguaje en personas mayores suele ser una alteración neurológica por alguna de las siguientes causas:
- Accidente cerebrovascular.
- Demencia senil.
- Enfermedades neurodegenerativas, así como el párkinson o el alzhéimer.
¿Cómo tratar la tartamudez en los mayores?
Para mejorar el lenguaje de las personas mayores que han perdido la capacidad de hablar, los profesionales sanitarios pueden diseñar una terapia adaptada a las necesidades de cada paciente. Esta terapia puede incluir ejercicios para reforzar los aspectos del lenguaje que presentan dificultades, como el vocabulario y la gramática. Algunos ejercicios que pueden ser útiles para fortalecer la musculatura implicada en el habla son:
- Ejercicios para el sistema respiratorio: Consisten en inhalar y exhalar por la boca y por la nariz, manteniendo el aire unos segundos y soltándolo rápidamente.
- Ejercicios con la lengua: Se trata de mover la lengua en todas las direcciones, haciendo giros, tocando el paladar superior y los dientes con la punta. Masticar un chicle también puede ser beneficioso para esta parte del cuerpo.
- Ejercicios con los labios: Se realiza con un palillo en los labios, sujetándolo unos segundos, sin meterlo del todo en la boca. Luego, se aprieta y se suelta los labios alrededor del palillo con cuidado.
- Ejercicios faciales: Se inflan las mejillas, se retiene el aire unos segundos y se desinflan las mejillas.
Además, son importantes los ejercicios de memoria para reducir el deterioro cognitivo y otras actividades que promuevan el envejecimiento activo, para evitar el aislamiento y la apatía en la tercera edad, como las que ofrecen los servicios de teleasistencia.
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