“Hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos”. Desde hace cuatro años los residentes del centro de Ballesol Salamanca repiten esta famosa frase cuando se habla de solidaridad en los talleres intergeneracionales. Las actividades de manualidades son también encuentros con los amigos de Insolamis, una asociación sin ánimo de lucro fundada en Salamanca por un grupo de padres y familiares de personas con discapacidad intelectual.
“Los beneficios que encontramos en este intercambio de actividades nos enriquecen a todos”, asume un grupo de residentes que elaboran objetos como libretas, muñecas de papel y cartón “para luego venderlas en un rastrillo con el que recaudar fondos para ayudar a esta Asociación”.